Zapatero podría anunciar en breve el nombre del ministro de Trabajo tras reunirse con el Rey

La Voz MADRID/LA VOZ.

ESPAÑA

15 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El presidente José Luis Rodríguez Zapatero mantuvo ayer su habitual despacho semanal con el Rey, en el curso del cual le podría haber comunicado el nombre del nuevo ministro de Trabajo. Todo parece indicar que el de hoy puede ser el último Consejo de Ministros al que asista Celestino Corbacho, que se presentará en la lista del PSC encabezada por José Montilla en las elecciones catalanas del 28 de noviembre.

Varios nombres circulan en las quinielas, entre otros los del vicepresidente tercero, Manuel Chaves; el presidente de Asturias, Vicente Álvarez-Areces, que ya ha anunciado que no se presentará a la reelección; y el eurodiputado Ramón Jáuregui.

Otra posibilidad que contemplaría Zapatero sería unir las carteras de Sanidad y Trabajo y Política Social y poner al frente del superministerio a Trinidad Jiménez, como premio tras su derrota en las primarias ante Tomás Gómez. También se especula con que sea la consejera de Salud de Cataluña, Marina Gelli, quien asuma Sanidad si Jiménez pasara solamente a ocupar el Ministerio de Trabajo.

Granado gana enteros

El que se ha caído de los pronósticos es el secretario de Estado de Cooperación Territorial y mano derecha de Chaves, Gaspar Zarrías, después de que fuentes de presidencia del Gobierno desmintieran una información que lo situaba como sustituto de Corbacho. El actual secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, ganaba enteros en las últimas horas.

El sucesor de Celestino Corbacho se tendrá que hacer cargo de una de las carteras menos apetecibles, ya que la previsión del propio Gobierno es que el año que viene el paro se mantenga en torno al 20%, lo que equivale a más de cuatro millones y medio de desempleados.

Además, deberá recomponer la relación rota con los sindicatos tras la huelga general con la crucial reforma de las pensiones en ciernes. El Gobierno propone aumentar la edad de jubilación de los 65 a los 67 años y busca el consenso político y sindical para sacar adelante la reforma exigida por Bruselas. Zapatero se comprometió a tener lista la nueva ley antes del final del año.