Los paquetes con cocaína eran diseminados por el norte de España, concretamente en Santander, Irún, Vigo, Logroño y Barcelona.
24 jun 2010 . Actualizado a las 19:18 h.La Guardia Civil de Palencia, en colaboración con la de Bilbao, ha desmantelado una red internacional de tráfico de droga que introducía en España cocaína procedente de Centroamérica mediante envíos postales que contenían juguetes y en cuyo interior estaba oculta la sustancia estupefaciente.
Fuentes de la Guardia Civil han indicado hoy a EFE que la provincia de Palencia figuraba entre los puntos de recepción de la droga junto a Vigo, Santander, Barcelona, Irún y Logroño. Dichas fuentes han precisado que en la operación policial, desarrollada en los dos últimos meses, se han intervenido tres kilogramos de cocaína de gran pureza en paquetes postales intervenidos.
Las investigaciones se iniciaron cuando se tuvo conocimiento de la existencia en el Aeropuerto de Madrid-Barajas de varios paquetes postales procedentes de Panamá susceptibles de contener cierta cantidad de cocaína.
Todos ellos tenían casi idéntico aspecto exterior, en ellos se declaraba que contenían un juguete y estaban dirigidos a distintos destinatarios en diversas ciudades.
Agentes de la Guardia Civil de Palencia efectuaron un seguimiento conjunto de todos los envíos para averiguar el destinatario final de la droga. La Guardia Civil llevó a cabo la detención en Bilbao de un hombre de nacionalidad colombiana, destinatario real del paquete enviado a Palencia, quien se aprovechaba de su empleo en una empresa de paquetería para desviar los envíos que contenían sustancia estupefaciente.
Del análisis de diversa documentación intervenida a esa persona, la Guardia Civil determinó que el mismo individuo era también el destinatario real del resto de paquetes diseminados por la zona norte de España, concretamente en Santander, Irún, Vigo, Logroño y Barcelona.
Dichas fuentes han indicado que los paquetes contenían en el interior helicópteros de juguete y en su interior se hallaba escondida cocaína de gran pureza.
El modus operandi era el de remitir pequeñas cantidades a nombre de destinatarios localizados en establecimientos hoteleros de diversas provincias como Palencia, Guipúzcoa, Barcelona, La Rioja, Pontevedra y Cantabria, facilitando para ello las identidades de terceras personas ajenas a la trama. Una vez el paquete habría llegado a esos puntos de destino, los mismos se dirigían a Bilbao, donde deberían ser recogidos finalmente.