PSOE y PP se unen para endurecer el Código Penal

A. Torices

ESPAÑA

La propuesta de los populares de implantar la cadena perpetua revisable es uno de los puntos sin acuerdo

12 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El primer debate en el Congreso del proyecto de reforma del Código Penal ya dibujó cuál puede ser la composición de la mayoría parlamentaria que termine por aprobar el cambio de unos 150 artículos de la ley, la vigesimoquinta modificación de la norma desde que fue aprobada en 1995.

El Gobierno y el PSOE contaron con el apoyo del PP y de CiU para derrotar las enmiendas a la totalidad contra un texto que endurece de forma notable las penas contra determinados delitos graves, como el terrorismo y las agresiones sexuales a menores, establece la imprescriptibilidad de los asesinatos terroristas, aumenta la estancia efectiva en prisión para otros delitos y establece el control posterior de los condenados, con medidas como la libertad vigilada. Por la devolución del documento, por considerarlo excesivamente represivo, votaron el PNV, Esquerra, IU y BNG.

El texto del Gobierno introduce además nuevos delitos, como la piratería, el tráfico de órganos, el acoso laboral o el cohecho entre particulares, amplía los tipos contra el terrorismo yihadista, endurece las penas contra la corrupción urbanística, la prostitución de menores y la pornografía infantil, entre otros, y descarta el encarcelamiento de los vendedores callejeros de top manta.

Ninguno de los grupos dio aún el sí definitivo al Gobierno, pero tanto los diputados populares como de CiU mostraron durante el debate un alto grado de acuerdo con el proyecto oficial y citaron al PSOE para negociar discrepancias concretas durante el trámite de enmiendas parciales que se inicia ahora. Los socialistas no ocultaron al final del pleno su optimismo, porque no descartan que a su ofrecimiento para alcanzar un acuerdo casi unánime puedan también acudir los nacionalistas canarios, otros partidos menores del Grupo Mixto y destacaron que incluso ERC y el PNV, pese a las duras críticas y a las marcadas diferencias con el proyecto, se muestran proclives a la negociación.

Puntos de fricción

La reivindicación principal del PP es la implantación de la cadena perpetua revisable a los 20 años para asesinatos terroristas, magnicidios, genocidios y muertes con violación, una demanda rechazada por el resto de partidos y descartada por el Gobierno por considerarla inconstitucional. CiU avisó que no dará su apoyo, salvo que los socialistas acepten establecer una pena de cárcel para los ladrones que cometen decenas de pequeños hurtos anuales, de menos de 400 euros, castigados con multa.

El PNV y los grupos de izquierda tienen los mismos tres caballos principales de batalla. Se oponen a la imprescriptibilidad de los asesinatos terroristas por considerar que violan la legalidad internacional, que solo reserva esta excepción para el genocidio y los crímenes de guerra; rechazan el aumento del período en que se prohíbe el acceso al tercer grado penitenciario; y sobre todo denuncian las medidas de libertad vigilada, que el portavoz del PNV, Emilio Olabarria, describió como implantar la cadena perpetua «de tapadillo».

Esta disposición permite vigilar, incluso por medios electrónicos, a delincuentes peligrosos cuando salgan de la cárcel. Su duración máxima es de cinco años, pero para violadores, pederastas y terroristas puede llegar a diez.