El presidente salió entero del debate económico del Congreso y, a falta de recetas mágicas, trata de superar los efectos de la crisis a base de optimismo y trabajo
14 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Las cosas no andan bien y se asegura que pueden empeorar el año próximo, pero aun así, Zapatero va capeando el temporal. El debate en el Congreso sobre economía, que no fue un éxito para el presidente, tampoco puede decirse que le saliera mal del todo. Era un todos contra uno del que solo se desmarcó Duran i Lleida con propuestas realistas y constructivas merecedoras de una consideración que acaso Zapatero se guarde en la cartuchera por si la cosa va a peor: una posible participación de CiU en el Gobierno de Madrid, ya que en el de Cataluña no se divisa esa posibilidad.
Los fabricantes de automóviles habían anunciado al alimón recortes de plantillas y horarios, salvo PSA-Citroën, que tiene en Vigo la fábrica más competitiva de su ecosistema. Solo faltó que desde Bruselas llegara a medio debate la noticia de que la previsión es que la economía española entre en recesión antes de fin de año. Y aunque el barril de crudo bajaba de los cien dólares, el resto de noticias económicas eran negativas. Rajoy y otros líderes lo tenían fácil para acorralar a Zapatero, solo ante el peligro, que salió vapuleado, es verdad, pero entero.
Por si acaso, aquella misma tarde se filtró desde el Gobierno el posible incremento de pena para los violadores con 20 años de libertad vigilada posterior a la condena y posibilidad de castración voluntaria, lo que ayudó a desviar la atención informativa del Parlamento. Hábil maniobra, sin duda, que se atribuye en Madrid al Maquiavelo Rubalcaba. Ayudó la polémica sobre la composición del Consejo del Poder Judicial, el más politizado de la historia, y el jueves la decisión por unanimidad del Tribunal Constitucional sobre la imposibilidad de la consulta vasca. Más despiste informativo y un día de gran felicidad para Ibarretxe, que compareció sonriente ante la prensa. No hay felicidad mayor para un nacionalista que una negativa rotunda en Madrid a sus planes por más descabellados que sean, como es el caso. La eficaz máquina peneuvista de generar victimismo ya tiene baterías.
Entretanto, Pedro Solbes ve la crisis como una purga de la economía, y si queda ahí, por él no tendrá más importancia, opinión que ha levantado aristas en los sindicatos, que estiman que «ya se han limpiado, de momento, quinientos mil empleos».
El optimismo antropológico de Zapatero -que al portavoz del PNV, Josu Erkoreka, le parece «optimismo patológico»- está insuflando ánimos a su gabinete. «Nosotros estamos acostumbrados a las dificultades desde el año 2000, cuando ganamos el congreso del PSOE», sostiene Angélica Rubio, directora general de Coordinación Informativa y persona próxima al presidente desde sus tiempos de León.
Soledad
Pero sienten la soledad, sobre todo, la soledad informativa. Aunque si se consulta al PP, se escucha que los medios de comunicación, salvo excepciones, son progubernamentales, el aislamiento gubernamental en este terreno es perceptible.
Optimismo y trabajo continuo parecen las recetas de Zapatero contra la crisis a falta de medidas mágicas que relancen la situación. Se contabilizan cinco semanas seguidas con actividad sábados y domingos, sea por Rodiezmo, por visitas a las obras del AVE, por los congresos del PSOE o por la clausura de la Expo, hoy en Zaragoza.
La primera expo internacional sobre el agua termina con un balance excelente, para Zaragoza ciudad, para Aragón y para situar a España como referencia mundial en el estudio de los problemas del agua, de la energía en general y de la sostenibilidad. El legado intelectual de la Tribuna del Agua -mas de cien ponentes de primer fila, de Federico Mayor Zaragoza a Mijaíl Gorbachov o Jeremy Riffkin- será la base de todo tipo de producciones profesionales e intelectuales, desde documentales hasta tesis doctorales. Fue una lástima que el secretario general de Naciones Unidas en su paso fugaz por la Expo no explicitara un compromiso mayor con los contenidos, con las preocupaciones del encuentro que hoy se clausura. Menos mal que quedará la Carta de Zaragoza, que se leerá esta tarde en presencia del Rey para proclamar que el agua es un derecho elemental del ser humano.