El PP va hacia un congreso sin control, ya que Rajoy no garantiza el resultado

Magis Iglesias

ESPAÑA

02 jun 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Desmantelada la dirección y con el secretario general «en funciones» y fuera de juego, el PP se encamina hacia su 16.º congreso nacional sin control alguno. Mariano Rajoy no tiene garantizados los resultados del cónclave más allá de los votos a su lista ni dispone de un aparato fuerte y organizado que gestione su candidatura. Así las cosas, en el cónclave de Valencia puede pasar cualquier cosa, fructificar enmiendas políticas contrarias al ideario del presidente que salga de las urnas o nuevos mecanismos estatutarios que podrían llegar a bloquear su elección.

Un líder sin gestores

«¿Quién gestiona la candidatura de Rajoy?» es la pregunta que se hacen los políticos populares baqueteados en muchos congresos que se temen lo peor de su décimosexta convocatoria. No les falta razón para la alarma porque la renuncia de Ángel Acebes - que se limita a ocuparse de aspectos formales de la reunión- y la práctica desaparición de la dirección nacional dejan al candidato oficial a merced de las maniobras de sus adversarios o de cualquier compromisario hábil que sepa manejar los entresijos de la convocatoria. Solo bastaría con que la oposición a la línea oficial, ahora diversa y dispersa, se organizara para ponerle las cosas muy difíciles a Mariano Rajoy.

Baste recordar el incidente que protagonizó Francisco Álvarez Cascos en 1999 cuando presentó una enmienda para incluir en los estatutos la limitación de mandato, en contra de la opinión del entonces presidente y candidato oficial, José María Aznar. Acebes, que era coordinador general, tuvo que emplearse a fondo para negociar, pactar y debatir con el secretario general saliente y ganar la votación en los términos deseados por el aparato. Porque no basta con ganar votaciones sino que a todo líder le interesa no airear sus broncas internas: solo las propuestas que reciban el 20% de los votos superarán esta criba para su discusión en el pleno.

Trabajo de «fontaneros»

¿Quién hará, en esta ocasión, ese trabajo para Rajoy? La pregunta tiene una respuesta difusa porque, hoy por hoy, el líder del PP cuenta con un limitado equipo de fontaneros con poca experiencia en estas lides: Francisco Villar, Carmen Martínez Castro, José María Lasalle y Jorge Moragas. Se trata de un gabinete ampliable a Soraya Saénz de Santamaría, Esteban González Pons, Juan Manuel Moreno, Gonzalo Robles y Miguel Arias Cañete, con más experiencia y ascendiente pero sin los resortes del aparato. Los barones territoriales que apoyan a Rajoy pueden prestarle un gran servicio pero el control seguiría siendo deficitario por su dispersión.

Existen algunas enmiendas que pueden resultar peligrosas pueden situar a Rajoy al frente de un proyecto político que le resulte inaceptable. Un compromisario experto podría lograr que prosperasen las iniciativas para las elecciones primarias. La ponencia de Nuñez Feijoo no permite que la medida tenga carácter retroactivo, aunque los críticos podría pelear para que la enmienda salga adelante ahora, lo que haría saltar por los aires todo el proceso.