ERC rompió ayer la disciplina de voto del tripartito por segunda vez en lo que va de legislatura al sumarse a CiU, PPC y Ciutadans para aprobar una moción por la cual la Cámara catalana expresa su rechazo al actual trazado del AVE por Barcelona y pide una moratoria respecto al túnel del tren.
ERC, que en noviembre pidió junto a ICV-EUiA la destitución de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, en contra del criterio del PSC, ha optado así por dar prioridad a la coherencia con su grupo municipal en el Ayuntamiento de Barcelona sobre la unidad de la mayoría de Gobierno. La moción, presentada por CiU, fue aprobada por 84 votos a favor y 49 en contra -los de PSC, ICV-EUiA-, y es muy similar al texto aprobado en el Ayuntamiento.
La moción expresa el rechazo del Parlamento «al actual trazado del AVE a su paso por la ciudad de Barcelona y manifiesta que cualquier paso soterrado ha de hacerse a una velocidad de 50 kilómetros por hora y con una voluntad expresa de eliminar vibraciones».
El texto aprobado emplaza al Gobierno catalán a lograr que el Ejecutivo central establezca «una moratoria en la ejecución del túnel AVE con el trazado antes mencionado y a buscar las alternativas que permitan alcanzar un consenso político y social en la ciudad de Barcelona».
Las reacciones no se han hecho esperar, y el portavoz parlamentario del PSC, Miquel Iceta, garantizó ayer que la moción «no cambiará nada, ni el trazado ni el Gobierno». Iceta acusó a sus socios republicanos y a CiU de abrazar la «cultura del depende», basada en la volatilidad en función de intereses partidistas.
No promoverán el cambio
Iceta aseguró que el Gobierno que preside José Montilla «no hará nada que perjudique a la ciudad de Barcelona y a la modernización del sistema ferroviario catalán», por lo que «no promoverá ningún cambio de trazado, entre otras cosas porque esta obra no es de su competencia y porque está honrando un acuerdo tomado por el gobierno de Pujol».
Cambiar el trazado, según Iceta, no solo implicaría «perder tiempo y dinero», sino que también supondría hacer caso omiso al acuerdo adoptado por diferentes Administraciones.
Iceta explicó que «toda obra tiene un riesgo», pero el proyectado túnel del AVE «se ha hecho con las máximas garantías».
Asimismo, la diputada de ERC Patricia Gomà, acusó a CiU de «jugar sucio» por poner a votación en el Parlamento una moción casi igual a la aprobada en el Ayuntamiento de Barcelona, y subrayó que su grupo era el único que había actuado en esta materia con coherencia.
Por su parte, el presidente de CiU, Artur Mas, exigió ayer en una rueda de prensa en el Parlamento que se cumpla el mandato de paralizar la adjudicación del túnel del AVE por el centro de Barcelona, y advirtió que si el Ejecutivo catalán se niega, se reserva utilizar las vías políticas oportunas para lograrlo.
Mas, que describió al Gobierno catalán como «débil y desestabilizado», insistió en que a Montilla «le toca hacer honor al mandato que hace el Parlamento y ponerse en contacto con Zapatero» para pedirle que cese en su intento de hacer pasar el AVE por el centro de Barcelona y ordene la paralización de las obras hasta que haya «un consenso político y social».
También subrayó que con lo sucedido ayer quedó demostrado que el Gobierno catalán está roto, y a continuación añadió que esperaba ninguna consecuencia práctica porque PSC, ERC e ICV-EUiA «priman» el poder por encima de otras cosas.
Sin embargo, pese a las discrepancias sobre el trazado, todos los grupos parlamentarios han aprobado un punto en el cual se apoya al Ayuntamiento de Barcelona y al Gobierno para que se agilice la construcción de la estación del AVE en La Sagrera.