Reconocimiento a un histórico de la política española Figuras relevantes de la Transición y de la política actual participaron en una cena en la que destacaron la aportación a la democracia del ex líder del PCE
16 mar 2005 . Actualizado a las 06:00 h.El incombustible Santiago Carrillo recibió anoche un homenaje de un grupo de amigos en el curso de una cena con motivo de su noventa cumpleaños. Figuras relevantes de la Transición y de la política actual de diferente signo político arroparon en un hotel de Madrid al que fuera secretario general de los comunistas españoles (1960-82) y destacaron su gran aportación a la democracia. Entre la larga lista de invitados al acto de homenaje estaban el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares; el lendakari Juan José Ibarretxe; el ex presidente catalán Jordi Pujol; el presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra; el secretario general de Comisiones Obreras, José María Fidalgo; el Alto Comisionado de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, Gregorio Peces-Barba; y los antiguos dirigentes de UCD Rodolfo Martín Villa y Miguel Herrrero y Rodríguez de Miñón. Adhesión de Fraga También acudieron, entre otros, escritores relevantes como el Premio Nobel portugués José Saramago o la directora de la Biblioteca Nacional, Rosa Regás. Manuel Fraga no pudo asistir a la cena, pero envió una carta de adhesión al homenajeado, en la que destacaba la contribución de Carrillo a la Transición y a la democracia. El presidente de la Xunta presentó en 1977, en el Club Siglo XXI, la primera conferencia que pronunciaba su adversario político tras la legalización del PCE. Protagonista de la política española desde los años 30 a los 90, Santiago Carrillo mantiene su vitalidad y se sigue considerando un «francotirador de la política de izquierdas». Anoche apareció visiblemente emocionado ante las muestras de cariño que recibió durante el acto de homenaje. Al final de la cena Carrillo agradeció a los asistentes su presencia con su habitual tono socarrón e irónico. El ex dirigente comunista nacido en Gijón cumplió 90 años el 18 de enero y en el curso de otra cena de homenaje aseguró: «Si creyera en los milagros, me gustaría que hubiera uno: que Adolfo Suárez se recuperara y estuviera aquí con nosotros». Pero no pudo ser, como tampoco anoche, ya que el ex presidente del Gobierno y gran amigo de Carrillo se encuentra enfermo. A pesar de la ausencia, estuvo rodeado de otros amigos, políticos, periodistas, escritores y artistas que reconocieron su contribución al advenimiento de la democracia.