Un anuncio atribuido a Cáritas provoca una avalancha de 400 indocumentados en Jaén

La Voz EUROPA PRESS | ÚBEDA (JAÉN)

ESPAÑA

JOSÉ PEDROSA

02 dic 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

Un centenar de inmigrantes permanece encerrado en el Ayuntamiento de Úbeda (Jaén) para exigir que se habilite un local donde puedan pasar las noches tras comprobar que el albergue está completo y que la nave que tiene previsto abrir Cruz Roja podría no ser suficiente para acogerlos a todos. En los últimos días, la localidad jienense ha experimentado una masiva afluencia de indocumentados, que han llegado alentados por unas octavillas repartidas en Madrid en las que se decía que en esta población había grandes bolsas de trabajo en la campaña de recogida de la aceituna. En principio, se pensó que estos pasquines eran obra de Cáritas, como se podía leer en los mismos. Sin embargo, a lo largo del día de ayer un portavoz de esta organización rechazó estas acusaciones y lamentó que se haya utilizado el nombre de Cáritas para causar un daño tan grande «a la institución y a los inmigrantes que se están desplazando a Úbeda para nada». Los indocumentados que anoche iniciaron el encierro se encuentran en un patio del edificio consistorial. Además, otros 300 se encuentran a la intemperie y, según las mismas fuentes de Cáritas, otro número indeterminado se desplazaba anoche en autobuses a Úbeda. Según los afectados, las plazas del albergue municipal y de la nave que intenta habilitar Cruz Roja sumarán un total de 150, lo que según esas cifras será insuficiente. El secretario provincial del Sindicato de Obreros del Campo (SOC), Andrés Bódalo, indicó que el encierro fue organizado después de constatar que se habían cerrado las puertas de la estación de autobuses, donde los inmigrantes se guarecían, de modo que sólo se permite la entrada a los usuarios de las diversas líneas de transporte. Por su parte, fuentes del Ayuntamiento informaron de que el miércoles por la noche se preparó un dispositivo para que los inmigrantes pudieran pernoctar en la estación de autobuses a la espera de que ayer se abriera la nave de Cruz Roja. Según las citadas fuentes, cuando los indocumentados estaban ya ubicados y preparados para dormir, un concejal del PSOE, Juan Clemente, llegó a la estación y les instó a acompañarle al gimnasio de las Escuelas de la Sagrada Familia, «rompiendo todo un dispositivo y poniendo en peligro la seguridad de todos». Tras lo sucedido, el equipo de Gobierno estudiará «qué medidas se pueden tomar contra el concejal». Por su parte, el edil socialista recalcó que acudió a la estación de autobuses «como miembro del voluntariado y no como concejal», y que lo hizo porque «había un problema al que no se le había dado solución». Clemente aseguró que actuó «por una razón de humanidad», ya que, según dijo, «no es verdad» que hubiera un dispositivo de atención en la estación.