EL MERCADO DE LA CORTE
30 oct 2003 . Actualizado a las 06:00 h.Se comprende la irritación del electorado popular con Ruiz-Gallardón. El actual alcalde ha derrumbado de una sóla tacada los dos grandes mitos jaleados por Aznar en sus años de Gobierno: bajada de impuestos y déficit cero. El alcalde Manzano, que Dios mantenga en Ifema, fue coherente con la doctrina de su partido y ha dejado a su sucesor unas cuentas saneadas. Pero a Gallardón no le alcanza con la boyante tesorería municipal, porque sus macro-proyectos, con los que quiere prolongar su gestión anterior, son multimillonarios. Comunidad endeudada Esperanza Aguirre, futura presidenta de la Comunidad, defiende la bajada de impuestos directos hasta que el país aguante, pero se ha encontrado con un déficit, heredado de su amigo Gallardón, que le va a poner cuesta arriba el cumplimiento de sus compromisos electorales a no ser que incremente la deuda o suba los impuestos. A todo esto, Juan Español empieza a interesarse por la economía y barrunta que España no va tan bien, y que, seguramente, iría mejor si se aplicaran algunas de las recetas de Zapatero. Giménez-Alemán En resumen, la llegada de Gallardón y Aguirre a sus destinos supondrá un vuelco en Ayuntamiento y Comunidad. El cambio de gestores, como el director general de Telemadrid, está cantado. Giménez-Alemán ha sido uno de los directores generales de televisión pública más dignos de los últimos años, aunque no fuera capaz de retirar de la parrilla el espacio de telebasura de Terelu Campos. El Gobierno de la nación sigue ocultándose gracias a su mayoría absoluta, rechazando la investigación del Yak-42, del Prestige o del caso Ercros.