El Gobierno central insiste en su teoría de la intencionalidad, que mantiene también para el talgo de Tobarra La investigación del GIF descarta el «corte limpio de cizalla» aducido por Fomento.
07 mar 2003 . Actualizado a las 06:00 h.Un nuevo informe sale a la luz para poner en cuestión las justificaciones de sabotaje esgrimidas por el titular del Ministerio de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, como rechazo a cualquier responsabilidad en un accidente de tren, situación que se le ha reproducido incómoda y repetidamente en los últimos tiempos. Esta vez es un trabajo de su propio departamento, elaborado por técnicos del ente Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF). Y pone en duda la tesis que atribuye a un acto vandálico los recientes cortes en la catenaria del AVE catalán -a su paso por la provincia de Guadalajara-, y que oficialmente fue utilizado como excusa para la suspensión del programa de viajes promocionales de la segunda línea española de alta velocidad, que por ahora une Madrid y Lérida. Ya entonces las explicaciones de Cascos encontraron escéptico eco y fueron entendidas como una mera disculpa ante el «fiasco» que se avecinaba con la fracasada puesta en marcha del trayecto y su explotación comercial. Los problemas con la inestabilidad del terreno o la carencia del mínimo sistema de seguridad y señalización (aún sin instalar) parecen concederle la razón a los más críticos.Ahora los técnicos del GIF ratifican que la catenaria no fue cortada en dos puntos como expuso el secretario general de Infraestructuras de Fomento, Benigno Blanco, sino que se partió «por fusión». Es más, sus conclusiones descartan cualquier posibilidad de «corte limpio con cizalla», aducido por el hombre de confianza de Cascos como prueba inequívoca de «la precisión» del sabotaje. Y aunque los expertos no desechan que pueda haber voluntariedad en el incidente -porque no hallan otra justificación-, en su informe señalan que la conducción eléctrica se fundió por la alta temperatura al hacer toma de tierra con las vías por un cable que colgaría de la catenaria, según recoge El Periódico de Cataluña.El Gobierno central mantiene su teoría del sabotaje, tanto en el caso del AVE catalán como en el del mortal siniestro del talgo en Tobarra (Albacete) ocurrido el pasado enero. Ambas afirmaciones corresponden al vicepresidente Mariano Rajoy, que ayer insistía en que el incidente de la catenaria en Guadalajara fue un acto vandálico, argumento que amparó en «la certificación emitida por Renfe y los informes del GIF».UGT pidó que Fomento lleve a cabo una «revisión a fondo» de la línea Madrid-Lérida. Su portavoz, Jesús Membrado, dijo que lo del sabotaje es una farsa y una muestra de la «escasa responsabilidad y la catadura del ministro Cascos, que debería dimitir y pedir disculpas».