González denuncia una cacería contra sus altos cargos de Interior

J.A.B. MADRID

ESPAÑA

Felipe González afirmó ayer en el juicio del caso fondos reservados que los ex-miembros de la cúpula del Ministerio del Interior sufren una «cacería política» cuyo verdadero objetivo era él mismo.

20 nov 2001 . Actualizado a las 06:00 h.

El ex-presidente del Gobierno hizo una cerrada defensa de sus antiguos subordinados, al tiempo que acusó al PP de convertir España en un estado «bananero» por desvelar cuestiones de seguridad nacional. González compareció como testigo a petición de la defensa de Rafael Vera, quien pretendía que avalara la legalidad en el uso de partidas clasificadas. Sin embargo, su declaración tuvo una carga más sentimental y política que jurídica. González dejó claro ayer que sigue confiando en hombres como Vera, Barrionuevo o Corcuera. «Lo que lamento -dijo- es el precio que pagan algunas personas que han ejercido honradamente su función sólo por pertenecer a mi Gobierno, pero lamento mucho más cuanto se ha debilitado la seguridad del Estado por intentar mezclar las cosas». Pese a no nombrarlo en ningún momento, acusó de forma implícita al PP de «judicializar» la vida política. Todas las denuncias que se presentaron a partir de 1993 tuvieron, en su opinión, «una finalidad fundamentalmente política y un carácter genérico; no perseguían una cosa concreta sino todo un período de Gobierno». Para González, esas actitudes del partido que ahora soporta el Ejecutivo son propias de un estado «bananero». «No conozco -enfatizó- ningún país serio en el mundo que juegue con estas cosas..., en las democracias no ocurre». Por ello, y pese a insistir en que «me gustaría estar liberado de mis obligaciones legales y explicar todo lo que conozco del funcionamiento de los fondos reservados», rechazó hacerlo porque «sería irresponsable». El abogado de la acusación popular que representa a José María Ruiz-Mateos y el letrado del ex-director general de la Seguridad del Estado, Julián Sancristóbal, intentaron en vano que ofreciera detalles sobre el uso de las partidas clasificadas. No obstante, y tras precisar que el dinero que Interior mandó a Presidencia del Gobierno fue para cubrir su seguridad en los frecuentes viajes que hacía, González dijo «nunca» pensó que podían complementarse los sueldos de sus colaboradores con los fondos reservados. «Ni se me ocurrió imaginármelo», respondió.