El discurso de Toledo también sirvió al líder del PP para arremeter contra el principal partido de la oposición. Aznar acusó al PSOE de estar «en el reino de la confusión tranquila» -en referencia al lema del «cambio tranquilo» de Zapatero-, y dijo que los socialistas han perdido «el norte». El jefe del Ejecutivo negó a los socialistas su carácter de alternativa de gobierno «por mucho tiempo» y pidió a su partido que asuma en consecuencia que su responsabilidad «es todavía más grande». En su discurso de clausura ante más de 500 militantes y dirigentes del PP castellano-manchego, el presidente del Gobierno bromeó con la victoria popular en las elecciones gallegas al apuntar que «tengo la impresión de que las hemos ganado y podemos estar razonablemente satisfechos». Según dijo, haber logrado el 52% de los votos es una prueba de la «buena salud y buenas expectativas de futuro del PP». El éxito de los ''popularesï en Galicia llevó también a Aznar a afirmar que el PSOE «ha perdido el norte, perdió el centro, tiene perdido el este y va camino de perder el sur». «Tenemos que garantizar a los españoles -añadió- que pueden confiar en el PP y estar seguros y tranquilos porque hay mucha gente capaz de hacer buenos gobiernos y viene por detrás gente cada vez más capaz y preparada».