Según la Policía Nacional, el 72 % del material que se les confisca a los pedófilos son imágenes de menores cotidianas no sexualizadas que obtienen en las redes sociales, fotografías que han subido los padres de los niños. El sharenting consiste en compartir fotos, vídeos e información sobre hijos en las redes sociales sin su consentimiento. Una campaña de la policía y la fundación SOL, que trabaja para construir un entorno digital seguro, advierte: «Cuando compartes una foto de tu hijo no sabes en manos de quién puede acabar. Una vez que las subes a internet pierdes el control sobre ella para siempre».
Para regular el sharenting, el Ministerio de Juventud e Infancia está trabajando en una nueva ley, porque la sobreexposición infantil puede acarrearles consecuencias perjudiciales tanto para la salud como para el desarrollo y el bienestar, lo que incluye daños psicológicos, como ansiedad o depresión.
En España, el 89 % de las familias publican «contenido sensible» sobre sus hijos al menos una vez al mes, según el estudio EU Kids Online 2020. Solo una de cada cuatro les preguntan si están de acuerdo. Un informe llevado a cabo por investigadoras de la Universidad del País Vasco, publicado en el 2022, revela que los contenidos en los que aparecen menores reciben un 41 % más de «likes» que los que no.