Un aficionado agrede a Van der Poel lanzándole una botella en la cara durante la París-Roubaix

J.A.G

POLIDEPORTIVO

Mathieu van der Poel.Mathieu van der Poel (Alpecin Deceuninck), durante la París-Roubaix
Mathieu van der Poel (Alpecin Deceuninck), durante la París-Roubaix EFE

Según denunció Mathieu Van der Poel, «fue un intento de homicidio»

13 abr 2025 . Actualizado a las 20:08 h.

El neerlandés Mathieu van der Poel (Alpecin Deceuninck), ganador de su tercera París-Roubaix consecutiva, reaccionó con dureza contra el aficionado que le lanzó una botella en plena carrera.

«No podemos dejar pasar esto. Era una botella de agua llena y me dolió mucho. Si me cae la botella en la nariz, se me rompe», explicó Mathieu Van der Poel en meta.

El neerlandés aclaró que «ojalá la policía pueda identificar al hombre, porque emprenderán acciones legales. Esto es un intento de homicidio. Si la UCI no toma medidas, lo haremos con el equipo. Esto es diferente a tirar cerveza».

Philip Roodhooft, director del equipo Alpecin-Deceuninck, consideró que «este sinvergüenza agresor debería recibir la menor atención posible».

«Este tipo de gente no se lo merece. Primero veremos si las autoridades pueden identificar a alguien. Pero no deberíamos darle demasiada importancia, cuando vemos cuántas decenas de miles de personas aprecian lo que Mathieu y otros están logrando aquí», concluyó.

La victoria de Van der Poel en la París-Roubaix

Mathieu Van der Poel dio otro paso en su lucha particular en la historia de clásicas proclamándose por tercera vez consecutiva vencedor de la París-Roubaix, disputada en su 12 edición entre Compiègne y el Velódromo André-Pétrieux, en la localidad que da nombre a la prueba, con un recorrido de 259.2 km.

Se cumplió el pronóstico del duelo entre los grandes dioses del ciclismo en el Infierno del Norte de la Roubaix. Amplió su paraíso en su ya prueba talismán Mathieu Van der Poel, capaz de aprovechar un pequeño incidente de Tadej Pogacar a 38 de meta para abrir una diferencia que ya fue definitiva para ganar e igualar los tres triunfos consecutivos de Francesco Moser (1978, 1979 y 1980).

Tremendo el poderío de Van der Poel (Kapellen, 30 años), intratable ante el debutante Tadej Pogacar. Su cabalgada en solitario le colocó en el velódromo de Roubaix con tiempo de saborear su octavo monumento, igualando al eslovenos en este apartado.

Cruzó la meta marcando con sus dedos el número 3, esta vez sin saludo militar, aunque sea el general de las grandes clásica. Marcó un tiempo de 5h.31.28, a una media de 46,9 km/hora. A 1.14 llegó Tadej Pogacar, con aires de conformidad, saludando al público con su maillot de campeón del mundo.

A 2.10 más ilustres, como el danés Mads Pedersen (Lidl), afectado por una inoportuna avería, y cuarto Wout Van Aert, (Visma), alejado de la élite en los últimos tiempos.