PSOE
A la baja y sin suelo. El PSOE confirma su progresión descendente sin que se adivine por ahora un suelo para la caída. Pierde cinco escaños sobre los 90 que cosechó en las elecciones de diciembre, que eran ya el peor resultado histórico de los socialistas. Por primera vez en democracia, pasarían a ser la tercera fuerza en el Congreso. El PSOE desciende también en porcentaje, pasando del 22,2 % de los anteriores comicios al 21,4 %, ocho décimas menos. Ese resultado confirmaría que, lejos de haberle beneficiado, el paso dado por Pedro Sánchez al presentarse a la investidura sin tener garantizados los apoyos suficientes le ha lastrado hasta el punto de comprometer muy seriamente su continuidad al frente del partido. Como tercera fuerza, al PSOE solo le caben tres opciones, y ninguna es buena para sus intereses: abstenerse para permitir que Rajoy u otro líder del PP se convierta en presidente con apoyo de Ciudadanos, formar un Gobierno de coalición con Unidos Podemos presidido por Pablo Iglesias o formar la gran coalición con el PP.
Unidos Podemos
Llega el «sorpasso». La estrategia de Podemos de formar una coalición con Izquierda Unida se confirma como un éxito rotundo. No solo logran el anhelado sorpasso, sino que incrementan notablemente su número de escaños. De los 46 conseguidos entre Podemos e IU en diciembre, la alianza pasa a 61. Con sus confluencias (En Comú Podem, Compromís Podemos y En Marea), la cifra total alcanza los 90 diputados. Una mejora de 19 respecto a los 71 logrados por Podemos, sus confluencias e IU en los pasados comicios. En Comú Podem subiría un escaño, hasta alcanzar los 13; Compromís repetiría en nueve diputados y En Marea pasaría de los seis actuales a siete. Con todo, Pablo Iglesias solo podría ser presidente del Gobierno con el voto a favor del PSOE a su investidura. De conseguirlo, sumaría 175 escaños y por supuesto ningún otro candidato podría superar esa cifra.