El PSOE varía su estrategia y convierte a Pablo Iglesias en su principal adversario

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

ELECCIONES 2016

Zipi | EFE

Susana Díaz toma la iniciativa y arremete duramente contra el líder de Podemos

11 jun 2016 . Actualizado a las 14:52 h.

La encuesta del CIS ha dejado al PSOE noqueado. No solo confirma el sorpasso en votos y escaños que pronosticaban otros sondeos, sino que sitúa a los socialistas a tanta distancia de Unidos Podemos que hace muy difícil pensar en la remontada. El varapalo ha sido de tal envergadura que ha hecho saltar por los aires la estrategia que tenía diseñada Pedro Sánchez. El principal adversario ha dejado de ser Mariano Rajoy y ahora es, sin duda, Pablo Iglesias.

El candidato socialista inicia la campaña en un escenario de pesadilla, el peor posible, superado por la izquierda y bajo la presión constante de tener que contestar una y otra vez si hará presidente Rajoy o a Iglesias. Algo que puede destrozar su discurso. Al PSOE le queda encomendarse a ese tercio del electorado que aún no ha decidido su voto.

Sánchez, puerta a puerta

Pero Sánchez no quiere dar muestras de nerviosismo. Por eso ha despachado la demoledora previsión del CIS quitándole importancia. Ayer inició en la localidad madrileña de Móstoles su campaña puerta a puerta, casa por casa, para buscar el voto. Una operación de más alcance mediático que efectivo, ya que las visitas estaban previamente preparadas para que le recibieran familias afines para que no hubiera contratiempos. En todo caso, el objetivo del PSOE, en realidad su única opción para evitar el desastre, es movilizar a sus tradicionales votantes que han caído en el desánimo o han optado por Podemos.

El papel de policía malo se lo cedió ayer a Susana Díaz, que tomó la iniciativa de bajar al cuerpo a cuerpo con Iglesias, contra el que dirigió toda su artillería,del que dijo que «no es de fiar» y «solo quiere el poder». «No es casualidad que el señor Iglesias se quiera disfrazar ahora de socialdemócrata; si hay algo que le ha caracterizado todo este tiempo es que no es de fiar, porque uno no se levanta una mañana comunista, al día siguiente de abajo o de arriba y ahora parece que es socialdemócrata». Díaz anunció una ofensiva de su partido en la calle para contar a los ciudadanos sus recetas y no atraparlos en «la campaña entre el miedo, la rabia y el rencor».

El presidente de Aragón, Javier Lambán, siguió la misma línea y pidió a Podemos que «se quite de una vez no la careta sino las mil caretas que viene utilizando en los últimos tiempos». Por su parte, Antonio Hernando puso a los líderes del PP y de Podemos en el mismo nivel, lo que da idea de cuál va ser a la estrategia socialista. «Millones de personas no quieren pasar de Rajoy a Iglesias», aseguró. De este último dijo que «divide a los españoles». «Podemos linda al este con irán y al oeste con Venezuela», afirmó más tarde en un mitin.

Lobo con piel de cordero

Los estrategas socialistas van a incidir en el mensaje de que Iglesias es un político en el que no se puede confiar, movido por la ambición personal y capaz de todo con tal de lograr el poder, un lobo que se pone la piel de cordero socialdemócrata para tratar de engañar a los electores. Pero la clave para el PSOE es sacar de la apatía a sus potenciales votantes. La tarea es asegurar primero el voto de las 750.000 personas que escogieron la papeleta del PSOE el 20D y ahora no saben a quién votarán y disuadir a las 300.000 que ahora dicen que se quedarán en casa. Además, potenciar el trasvase de los desencantados con Podemos. En Ferraz se aferran a que el PSOE es el partido con el que más se identifican los ciudadanos y el que prefieren que gane, según el CIS. La encuesta también parece abonar su tesis de que la conversión de Podemos a la socialdemocracia no es creíble. Solo el 6,3 % de los votantes de la formación morada se consideran socialdemócratas, a los que se puede sumar otro 5,2 % que lo hacen cuando se les pregunta por segunda vez con qué otra ideología se identifican. Un 16,9 % dicen ser socialistas y un 23,8 %, progresistas.

Con el viento a favor al inicio de la campaña, Pablo Iglesias no quiere subir el tono contra el PSOE, a quien dice considera un aliado para formar un Gobierno progresista. Al mismo tiempo, reitera que ya no lo ve como rival. «Nuestro objetivo es ganar al PP y nos vamos a esforzar mucho para conseguirlo», dijo ayer.

Bono, en Santiago: «No estaría mal que el Apóstol nos echase una mano»

El exministro de Defensa con José Luis Rodríguez Zapatero, José Bono, llegó ayer a Santiago, ataviado con la ropa de peregrino tras realizar el Camino Primitivo desde la ciudad de Lugo, con un mensaje para el Apóstol Santiago: «No estaría mal que el Apóstol nos echase una mano el 26».