Las mareas quieren que los ciudadanos cursen denuncias anónimas, una moneda propia, reducir el poder de los alcaldes o programar el tiempo de los vecinos
19 may 2015 . Actualizado a las 18:13 h.La participación ciudadana es una de las premisas sobre las que se asienta la filosofía política de las mareas, pero no solo para decidir el destino de los presupuestos, solventar en referendos cuestiones de interés local o tomar parte activa en los plenos, sino también para abrir incluso cauces a la delación anónima en la gestión municipal.
1. Denuncias anónimas en favor del patrimonio y el idioma gallego.
Compostela Aberta, candidatura que encabeza Martiño Noriega en Santiago, anuncia en su programa la creación de una web municipal en la que «a cidadanía poida enviar denuncias anónimas sobre o estado do noso patrimonio e sobre aberracións lingüísticas cometidas polo propio Concello ou entidades». Ninguna de las otras mareas urbanas gallegas dan pie a dicha forma de denuncia, aunque Ourense en Común sí plantea en su caso habilitar en forma de aplicación para el móvil una vía para recoger protestas ciudadanas por el mal estado de las infraestructuras públicas.
2. Coto a las manifestaciones religiosas.
Los centenares de páginas que conforman los programas de las mareas abren al debate cuestiones que abarcan desde lo colectivo a prácticamente el ámbito personal. La Marea de Vigo plantea que ningún edil pueda participar en actividades religiosas, o que las ordenes religiosas que ofrecen servicios de caridad perciban más fondos municipales. Marea Atlántica de A Coruña declara igualmente «a neutralidade relixiosa do Concello», a la vez que la Marea de Pontevedra promete derribar la Cruz de los Caídos por su simbología religiosa, al tiempo que advierte que no donará financiación pública para la realización de infraestructuras de ninguna confesión.
3. Partos saludables, aborto tiempo personal y gastos de los mayores.
El ámbito de las preferencias personales también es abordado en casos como el de la Marea Ártabra, que dedica dos páginas de su programa electoral al parto y en contra de la «violencia obstétrica», condenando prácticas como mantener a la embarazada tumbada. Compostela Aberta anuncia su apoyo «ao dereito ao aborto». Ourense en Común se marca como uno de sus objetivos intentar programar los tiempos de la ciudad y de sus residentes para tratar de mejorar su calidad de vida, mientras la Marea de Vigo se centra en otros ámbitos del bienestar personal, en este caso de los mayores, abriendo la puerta a costear sus gastos en útiles de primera necesidad, como gafas, audífonos y prótesis.
4. Híperdefensa de lo local.
La apuesta por lo local lleva a la marea viguesa a anunciar penalizaciones fiscales a la publicidad de marcas de las empresas que no sean del municipio, a la vez que idean la creación de una moneda local para potenciar el comercio de la ciudad, como propugna también la Marea Ártabra, medio de pago con el que se podrán pagar impuestos municipales, e incluso los coches compartidos, que ofrece impulsar entre la ciudadanía particular.
5. Medios de comunicación municipales con políticos y vecinos al frente.
La iniciativa privada respecto a la prensa tendrá igualmente competencia municipal si la Marea de Vigo consigue promover medios bajo un organismo gestor con presencia de los partidos políticos, vecinos y ciudadanía, propuesta que defienden también las candidaturas homólogas de Pontevedra y Santiago. Cines, cámpings o bancos de gallineros y huertas, como ofrece Lugo Novo, son algunas de las áreas en las que se propone dar entrada a los ayuntamientos desde un punto de vista distinto al de la iniciativa privada, retirándose en cambio de otras actividades como los toros, a los que la Marea Atlántica promete suprimir cualquier tipo de ayuda para las corridas coruñesas.
6. Relación con los bancos y la vivienda.
La marea herculina advierte que, de tener la alcaldía, cancelará las cuentas del Concello en aquellas entidades bancarias que lleven a cabo desahucios, lo que su candidatura hermana de Vigo extenderá incluso a todo el área metropolitana. La Marea viguesa anuncia un incremento del IBI en las viviendas y solares vacíos que puede suponer un alza de entre el 100 y el 200 %, porcentaje que no concreta Compostela Aberta, pero que también suscribe. Marea de Pontevedra se propone en cambio una bolsa de viviendas en alquiler, con devolución del IBI a los bancos que incorporen hogares a dicha iniciativa.
7. Decisiones colectivas.
La Marea de Vigo es la que anuncia menos capacidad de decisión para el alcalde de la ciudad. «O alcalde/sa é o representante do pobo de Vigo, non o patriarca xefe», por lo que la candidatura de Rubén Pérez se compromete a tomar solo decisiones unilaterales en caso de catástrofes o emergencias. Todas las demás tendrán que pasar por el pleno; eso sí, después de que el órgano de representación de los grupos municipales escuche las opiniones de un comité ciudadano o del consello de la ciudad. En Pontevedra, la faceta consultiva se plantea también para los menores de 18 años, que podrían votar en consultas juveniles.