Los candidatos a la alcaldía recorren una media de 150 kilómetros al día
20 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.A Fonsagrada (Lugo) no es un concello cualquiera. Y menos en campaña. El ayuntamiento más extenso de Galicia, nada menos que 440 kilómetros cuadrados con cerca de 2.000 kilómetros de carreteras que recorren los 280 núcleos de población, suponen todo un desafío para los candidatos a la alcaldía, para quienes el coche se convierte en su mejor aliado estos días. Haciendo una media de 150 kilómetros diarios en campaña no es para menos.
Los fonsagradinos aguardan la visita de sus futuros representantes y, aunque estos coinciden en que se trata de una fórmula de pedir el voto obsoleta, también están de acuerdo en que es necesario hacerlo porque es lo que demanda la gente: «É unha forma coherente de seguir coa política próxima», afirma Argelio Fernández, alcalde y de nuevo cabeza de lista por el PSOE.
El 50 % de la población de A Fonsagrada tiene más de 60 años y, con estos tramos de edad, las nuevas tecnologías no son una alternativa viable para que los partidos hagan llegar su mensaje: «É mellor falar cara a cara», sentencia un fonsagradino. Y es que los vecinos tienen ganas de hablar y de que los visiten, «que vexan os problemas que temos no día a día», porque «os políticos non poden vivir illados». Es también una buena oportunidad para hacer llegar sus reivindicaciones a sus políticos.
Pero esta modalidad de campaña, además de muchos depósitos de combustible en el coche, también exige tiempo y paciencia, «e algún protector de estómago», bromea el candidato a la alcaldía por el PP, Tobías Martínez. Y es que los fonsagradinos son gente hospitalaria, y ahí no caben ideologías, según explica Aitor Rodríguez, candidato del BNG. Así que ir a una casa a pedir el voto y marcharse sin tomar un café o sin probar el vino o los embutidos caseros es casi imposible. Para recorrer el municipio, se lo reparten por zonas entre los diferentes miembros de la lista. «Imos de dous en dous, como as parellas da Garda Civil», bromea Argelio Fernández. El kilometraje corre a cargo de cada candidato, en ningún caso le pasan la cuenta al partido: «É unha campaña de voluntarismo total», dice Aitor Rodríguez.
En el caso del BNG, además, este año optaron por no enviar papeletas por correo a las casas. Sin embargo, no todos los vecinos ven el lado positivo de esta medida porque, sobre todo a la gente mayor, les gusta llevar ya la papeleta preparada y cerrada desde casa y se sienten incómodos teniendo que recogerla en el propio colegio electoral.