El partido de Noriega, que impulsó la Mesa pola Confluencia para hacerse con la dirección de En Marea, decidió mantener su independencia y refugiarse en el espacio local ahora que la posibilidad de ir al 28A con una lista unitaria se desvanece. En un comunicado dirigido a sus inscritos y que fue aprobado en una asamblea celebrada el 27 de febrero, la marca local con la que Noriega espera repetir en la alcaldía compostelana da libertad a los suyos para que apoyen la opción que prefieran en las generales, lo mismo sin son inscritos de base que si son representantes institucionales o cargos orgánicos. Tampoco se pronuncia sobre si la fórmula adecuada es la de partido único con lista propia que defiende la dirección de Villares o la de coalición que exigen los partidos estatales Podemos y Esquerda Unida con apoyo de Anova: «Cómpre diferenciar entre o formato legal do suxeito e a articulación do espazo de unidade popular, que non sempre teñen que coincidir», dice el texto.
Tras esa retirada del debate para las generales se esconde el temor a que el conflicto de En Marea acabe perjudicando a los intereses electorales de Compostela Aberta, para quien encuestas como la de Sondaxe dan ocho escaños para la municipales, dos menos que en las elecciones del 2015 y en empate con el PP, lo que le permitiría seguir gobernando con el apoyo del BNG y PSOE.