El día de la verdad para los opositores de Educación: «Son arquitecta, pero quero ser profesora de Debuxo porque as condicións laborais nosas son moi malas»
EDUCACIÓN

Más de 21.000 personas están anotadas a los exámenes que se celebran este sábado ante 195 tribunales repartidos por Galicia. A media mañana, ante el instituto Sánchez Cantón de Pontevedra, había tantos nervios como resignación: «Vimos ver onde chegamos e punto», resumía un lucense
22 jun 2024 . Actualizado a las 19:17 h.Este sábado es el día; la jornada marcada en rojo en el calendario para más de 21.000 personas que aspiran a conseguir una plaza de Educación en Galicia. Hay exámenes en 15 localidades, entre ellas las siete ciudades gallegas, y esta mañana bastaba con pisar una de ellas, Pontevedra, para darse cuenta del enorme zafarrancho y movilización que suponen unos exámenes como estos. Sobre las diez de la mañana, una hora después de que se hiciesen las presentaciones, el movimiento era brutal delante de todos los institutos en los que se celebran pruebas de oposición y, también, en los bares próximos, donde el bocata de tortilla se combinaba con las últimas ojeadas a torres de apuntes. Se esperaba con nervios a que el reloj marcase las 11.00 horas, cuando iban a dar comienzo muchos de los exámenes.
El ambiente quizás era especial ante el instituto Sánchez Cantón. ¿Por qué? Ahí se realizan los exámenes de los artistas, de los aspirantes a profesores de Debuxo, unos de los opositores que lo tienen más crudo, ya que solamente hay quince plazas de oposición libre y por tanto la ratio de aspirantes por puesto es de las más altas, con 31,3 personas por puesto.
Antes de entrar al examen, delante del Sánchez Cantón, dos personas llamaban la atención sobremanera. Eran Rebeca Cuevas, de 31 años y de Ponteareas, y Carlos Gayoso, de 35 años y de Lugo. Mientras que minutos antes de las 11.00 horas los demás aspirantes se abrazaban a su material (ellos llevan al examen lápices, rotuladores, acuarelas y otros utensilios) con los nervios asomando en sus rostros o en sus pies inquietos, ellos dos, primerizos en estas lides, estaban recostados tranquilamente en una zona verde, con la sonrisa puesta y comiendo unos frutos secos. Se reían al preguntarles por la pose tranquila y aseguraban: «A procesión vai por dentro».
Tanto Rebeca como Carlos son arquitectos. Se conocieron haciendo la carrera, llevaban tiempo sin verse y este sábado se reencontraron en la oposición de Debuxo. Ambos tienen claro qué les lleva a opositar después de haber cursado una formación universitaria «durísima». Lo explicaba Rebeca: «Son arquitecta, si, pero quero ser profesora de Debuxo porque as condicións laborais que temos nós, os que nos licenciamos en Arquitectura nos últimos anos, son moi malas. Contrátante como delineante e punto, é ao que aspiras». Ella llega a las oposiciones después de haber combinado en el último año su profesión de arquitecta con dar clases en un instituto, ya que le llamaron de las listas de Educación. Él viene de trabajar como monitor de tiempo libre, una ocupación que define «como a mellor do mundo», pero de la que lamenta no poder trabajar todo el año. Ni Rebeca ni Carlos tienen claro cómo les irá en la oposición porque no pudieron dedicarse en cuerpo y alma a la preparación. Él resume así la cuestión: «Vimos ver onde chegamos e punto».

Para entrar al mismo examen, al de profesores de secundaria de la especialidad de Debuxo, se preparaban también Lúa Pérez, de Lugo y de 27 años, y Jose Pé, que vive en A Coruña y tiene 29 años. Ambos creían que no estaban muy ansiosos los minutos antes de entrar al examen. O al menos no tanto como otros compañeros que, aseguraban, «fixeron moitísimas preguntas na presentación sobre os materiais, palpábanse os nervios». Ella se presenta a las oposiciones de Educación por primera vez en Galicia tras acudir a los exámenes el año pasado en Andalucía y él concurre por segunda vez a este ejercicio. Ninguno trabajó todavía dando clases en el ámbito público. Pero esta mañana de sábado creían que tenían un talismán importante para los exámenes: «Tocounos Pontevedra e ese ten que ser un bo sinal, porque ambos somos graduados en Belas Artes, estudamos aquí e polo tanto xogamos na casa. Iso aporta moita tranquilidade», indicaban al alimón. Luego explicaban los sacrificios que han hecho para intentar conseguir sus plazas de profesores. «Eu traballei moitísimo este ano no sector da óptica, traballei máis ca nunca, e as fins de semana dediqueinas todas a estudar. Calquera momento libre, empregueino para estudar», señalaba Jose. «Eu o mesmo, traballei como monitora de debuxo ou manualidades e en canto podía estudaba», añadía Lúa. Ambos reconocían, eso sí, que lo tendrían todavía más difícil para preparar los exámenes si fuesen padres. «Aos que son pais e nais véselles ben, porque estamos a piques de entrar no examen e están chamando á casa para ver se os fillos fixeron tal ou cal cousa. Ten moitísimo mérito iso», concluían.


Casi 600 anotados para 10 plazas se examinaron en Lalín: «Para alguén teñen que ser»
El IES Aller Ulloa de Lalín es uno de los institutos que concentró mayor número de opositores. Allí se juegan 10 plazas para Bioloxía e Xeoloxía, una de ellas reservada a una persona con discapacidad. Aspiraban a ocuparlas 597 inscritos que se repartieron por un total de 20 aulas del instituto, 4 para cada uno de los 5 tribunales encargados de las pruebas.
A las 9.00 horas tuvo lugar la presentación, y tras una larga espera de dos horas, arrancó a las 11.00 horas el primer examen. Un impás que a los opositores les parecía excesivo. Alguno no entendía el porqué de un lapso tan largo entre una cosa y otra.
Mientras tanto, en los corrillos reinaba un aire distendido con mucha conversación y muy pocos repasando. Algunos explicaban que con tan pocas plazas y tantos aspirantes no esperaban tener opciones. De ahí que los nervios y la presión fuese menor. Entre los que esperaban, sorprendió la visita del conselleiro de Educación, Román Rodríguez, que acudió a supervisar las pruebas y aprovechó para departir con los asistentes.
Entre los aspirantes había jóvenes que probaban fortuna por primera vez, otros que llevaban varios intentos, y algunos veteranos con una larga carrera docente que confesaban que aún no habían podido aprobar la oposición y comentaban que nada tiene que ver la prueba con el día a día de la profesión en el aula.
























Los que ya habían probado fortuna en otras ocasiones, agradecían el fresco lalinense en una jornada con cielos nublados y varios recordaban los rigores de un examen en Ourense de hace pocos años con los termómetros superando los 30 grados. Este sábado, entre los aspirantes se encontraba gente procedente de toda Galicia. Algunos llegaron a Lalín ya el día anterior y pasaron la noche en un hotel para estar seguros de que iban a llegar a tiempo y no correr riesgos. Muchos de ellos procedían de lugares como Vigo y A Coruña. Entre estos últimos se encontraba un grupo que acudió con el apoyo moral de algunos acompañantes y que se alojó en Silleda.
Había también quien jugaba en casa como Marta, de Lalín, que trabaja en un instituto en Arzúa, o unas chicas de A Estrada. A un grupo de Ourense les unía estar preparando la oposición en la misma academia. Era la primera vez que se presentaban y como apuntaba uno de los chicos, Adrián, de Baños de Molgas: «Esto es un camino que hay que recorrer y para alguien serán esas plazas».
Los perfiles de los opositores eran diversos: jóvenes con la carrera recién acabada que se presentaban por primera vez, gente que combina las llamadas de Educación para cubrir plazas de interino o profesor sustituto con otros trabajos o veteranos docentes sin plaza fija, pero con una gran experiencia práctica a sus espaldas. A la espera de poder aprobar la oposición, había en el IES Aller Ulloa opositores que se ganan la vida en los oficios más diversos, desde una profesora de formación a un dependiente de Inditex.
A todos les esperaban cuatro exámenes y unas pruebas que se prolongaban hasta las 21.00 horas. Lo que da una jornada maratoniana de 9.00 a 21.00 horas con una parada de unas dos horas para comer. El primer examen fue una prueba práctica de problemas que, comentaban, «fue difícil». La segunda, a la que la mayoría tenía más miedo, era el Visu, que supone la identificación «de todo tipo de cosas que te ponen en imágenes». Ya por la tarde les esperaban la de geología y prácticas de laboratorio para terminar con la exposición de un tema. Son 75 y tendrían cinco entre los que elegir uno.
En cada oposición los papeles de los exámenes llevan impresa una marca de agua que tiene como objetivo evitar posibles cambiazos. Ya que se trataba de Lalín, el tribunal quiso homenajear al cerdo y al cocido y eligió para la ocasión la silueta de un gorrino con marcas de despiece de carnicería y las palabras: Oposicións. Bioloxía e Xeoloxía. Lalín 2024 impresas.
El conselleiro supervisó las pruebas en Santiago y Lalín
Precisamente en este instituto de Lalín estuvo el conselleiro de Educación, Ciencia, Universidades e FP, Román Rodríguez, acompañado por el director xeral de Centros e Recursos Humanos, Jesús Álvarez. Ambos se pasaron también por el CIFP Compostela, que acogía pruebas para maestros de Educación Infantil y de Educación Primaria. En este centro hubo algunos opositores que no pudieron examinarse, tras llegar tarde por los atascos que se produjeron en los accesos al centro.

Román Rodríguez deseó suerte a los más de 21.230 opositores convocados y recordó que este año hay en juego 1.743 plazas, de las que 1.512 (el 86 %) son de nuevo ingreso, y las restantes para favorecer la carrera profesional, y que quienes ya son funcionarios docentes puedan acceder al cuerpo de profesores de secundaria o al de inspectores de educación. Entre las de nuevo ingreso, 520 son para el cuerpo de maestros, 875 para ESO, 84 para profesores especialistas en sectores singulares de FP, y 33 para escuelas oficiales de idiomas.
El conselleiro destacó que convocar estas pruebas un año más busca seguir avanzando en la estabilidad y la renovación del profesorado. «O proceso que comeza hoxe ratifica o compromiso do Goberno galego, ademais, coa renovación do cadro de persoal no ensino. Non en balde, desde 2009 a Xunta convocou máis de 18.500 prazas nas oposicións de educación», resaltó, recordando que Galicia tiene la interinidad estructural docente más baja de España, por debajo del 5 %, mientras que la media estatal supera el 24 % y el objetivo fijado por el Gobierno central es del 8 %.
El representante de la Xunta aprovechó la ocasión para agradecer el trabajo de los organizadores de la cita y también de los miembros de los tribunales, 975 personas, que ascienden a 2.730 si se tienen en cuenta los tribunales suplentes.