Cómo ahorrar en los libros

s. c. / a.s. / m.s. REDACCIÓN / LA VOZ

EDUCACIÓN

Nuria Cancela

Becas oficiales, compras de segunda mano o bancos de libros son algunas opciones para economizar en el inicio del curso

01 sep 2018 . Actualizado a las 15:42 h.

Si uno no puede, o no quiere, desembolsar los 250 euros que pueden costar todos los libros de un curso, tiene varias opciones para rebajar de forma significativa la factura, aunque rara vez se librará de pagar algo. 

descuentos

Internet. Hay webs que son comparadores de precio al estilo de las de seguros o coches. Lo que ocurre es que con el libro de texto hay menos variación.

Segunda mano. También por Internet hay la posibilidad de adquirir libros de segunda mano. Suelen tener un precio sustancialmente inferior (sobre un 30 o un 50 % del coste nuevo) pero el problema es la dificultad de encontrar los mismos volúmenes que se necesitan.

Anuncios en los tablones. En algunos supermercados hay anuncios sobre venta de libros de segunda mano, o en las tiendas que se dedican a ello. También hay anuncios en los WhatsApp de padres y se establecen intercambios habituales durante las diferentes etapas.

ayudas oficiales

Xunta. Es el sistema al que más se recurre, ya que se puede complementar con otros. Se divide entre alumnos de centros de educación especial, alumnos de primero y segundo de primaria y el resto. Para los estudiantes de de 1.º y 2.º de primaria, las rentas más bajas (renta per cápita familiar igual o inferior a 5.400 euros al año) optan a 170 euros; y las medias (entre 5.400,01 y hasta 9.000) acceden a 90 euros. En caso de los demás cursos, el acceso es a través del colegio (los manuales pueden pasar de un año a otro, y entre los pequeños no) y sería de 6 libros para las rentas más bajas y 4 para el otro grupo.

Si se trata de alumnos de educación especial la cuantía sube a los 250 euros independientemente de la renta familiar. La ayuda para material la tiene solo el grupo de menor renta y es lineal, de 50 euros.

El curso pasado, este sistema fue aprobado para un total de 138.164 alumnos (110.130 del fondo solidario y el resto, de ayudas directas). En Galicia hay unos 300.000 alumnos en la educación no universitaria.

Ayuntamientos. Es frecuente que los ayuntamientos ofrezcan una línea complementaria de ayudas, que pueden ser como en Vigo, de 85 euros para material y libro por niño en educación infantil (que no cubre la Xunta porque no es una etapa obligatoria) o hasta 41 euros para comedor en todas las etapas. O el de A Coruña, que tiene becas que pagan todo el comedor en colegios e institutos públicos y 80 euros en colegios concertados para familias que tengan menos de 6.000 euros anuales de renta per cápita. En Ourense más de 600 familias recibirán ayudas según la edad del menor (172 para material y 437 para comedor).

solidaridad

Oenegés. Cruz Roja, Cáritas y otras oenegés movilizan a cientos de voluntarios estas semanas para reunir material escolar y libros para familias que carecen de recursos. Cruz Roja y Cáritas tienen una campaña (Vuelta al Cole Solidaria) en Carrefour y El Corte Inglés, respectivamente.

Colegios. Algunos colegios concertados tienen bancos de uniformes para facilitar el equipamiento de los alumnos cuyas familias tienen problemas económicos. En algunos casos es la AMPA del centro la que los gestiona, aunque suele ser cosa del colegio.

bancos

Colegios y AMPA. Funcionan muy bien y están muy extendido, tanto para primaria como para secundaria. El banco se nutre con aportaciones de las familias, y lo habitual es que una persona entrega un número de libros y puede llevarse el mismo número de otro curso. El problema suele radicar en secundaria, ya que muchos de los libros son retenidos hasta el último momento esperando las notas de los exámenes de septiembre, y por tanto las familias no saben hasta el final de qué textos disponen. 

«El sistema de préstamo tiene muchas limitaciones»

Precios excesivos por los libros y una educación no personalizada. Algunos contras del sistema educativo para Rogelio Carballo, presidente de la Confederación Gallega de ANPA de Centros Públicos.

-¿Considera que los libros escolares deberían ser subvencionados por la administración pública o por el contrario volver al sistema de préstamos?

-Defendemos la gratuidad de todo el proceso educativo. El sistema de préstamo, de los fondos solidarios de libros, tiene muchas limitaciones, se ha convertido en un proceso administrativo. Tiene un serie de servidumbres y al final el coste de los libros se ha trasladado de los padres a la Administración, que lo hace vía impuestos. Seguimos estando entonces en la misma situación. No tiene ningún sentido que los libros de texto de un alumno de secundaria valgan unos 400 euros. Cuando no lo pagan los padres lo paga la Administración, lo pagamos todos.

-Tampoco se permite fotocopiar más de un determinado número de páginas de un libro.

-No tiene sentido que una reforma de la ley de propiedad intelectual sea tan draconiana que impida a una familia fotocopiar más de tres páginas de un libro. Estamos hablando de contenidos no sujetos a derechos de autor, pero que las editoriales por el simple hecho de darles forma con una determinada presencia, su fotocopia se convierte en delito. No hablamos de una creación artística o intelectual, sino de conocimientos básicos.

-¿Qué tipos de ayudas existen actualmente para comprar material escolar?

-Existe el Fondo Solidario de libros, E-Dixgal (un préstamo en formato electrónico vía ordenadores), los cheques de ayuda a la compra de libros, que tienen vigor especialmente en primero y segundo de primaria, porque son libros que no se pueden reutilizar. Y una ayuda para material escolar, pero para rentas muy bajas. A las bajas pero por encima de un límite muy escaso, las deja fuera por completo.

-En una época tecnológica como la actual, ¿cree que los libros son indispensables?

-Los profesores son profesionales en su trabajo que conocerán las circunstancias mejores. La ley dice que la educación tiene que ser adaptada a cada uno de los alumnos. El libro es un mecanismo genérico que no permite esa adaptación personalizada. Hay espacios que funcionan muy bien sin libros.