El PSOE pide una reválida de cinco asignaturas y que se parezca a la selectividad

La Voz

EDUCACIÓN

Se mantienen los criterios de calificación para la reválida de bachillerato, que se podrá aprobar con un 4 y la media para obtener la calificación final se calculará ponderando un 40 % el resultado de la evaluación final

08 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Ayer, los consejeros de Educación de las comunidades autónomas gobernadas por el PSOE, tras una reunión con la Comisión Gestora para tratar la aplicación de la Lomce, manifestaron su rechazo a estas pruebas y advirtieron de que no van a participar en las reuniones técnicas más que para pedir su suspensión y el mantenimiento de un sistema «lo más semejante posible» a la antigua selectividad, según recogió Europa Press, con cinco pruebas obligatorias para aprobar más las dos específicas para subir nota. Ahora, lo que se establece son nueve exámenes obligatorios, entre las que se encuentra una asignatura de primero: Filosofía.

Las competencias

El Ministerio de Educación deja solo en manos de las comunidades autónomas las fechas de aplicación de las reválidas, y las preguntas de las pruebas. Lo demás, las materias a examinar o los estándares de aprendizaje, los determina, en gran medida, el departamento que dirige Íñigo Méndez de Vigo, según el borrador de la orden ministerial que regula las características de estas evaluaciones al que ha tenido acceso Europa Press.

El texto lo ha enviado Educación a las comunidades autónomas con el fin de discutirlo hoy en una reunión técnica antes de presentarlo a los consejeros de Educación en la Conferencia Sectorial de Educación, que el ministro anunció que convocará próximamente. Ninguna de las evaluaciones van a tener efectos académicos este curso, pero la de bachillerato será necesaria para acceder a la universidad el próximo año. El plazo límite para aprobar esta orden es el 30 de este mes y tiene que contar también con el dictamen del Consejo Escolar del Estado.

«La regulación es absolutamente necesaria, particularmente en el caso de la evaluación final de bachillerato, puesto que el cambio en la estructura de los estudios de bachillerato impide la aplicación de la antigua prueba de acceso a la universidad (PAU), que ha sido derogada por la reforma educativa», indican desde el departamento de Méndez de Vigo.

Se mantienen los criterios de calificación para la reválida de bachillerato, que se podrá aprobar con un 4 y la media para obtener la calificación final se calculará ponderando un 40 % el resultado de la evaluación final y un 60 % la nota media del expediente del alumno en bachillerato.

Modelos diferentes: ayuda a la familia o préstamo general

La propuesta de Ciudadanos deja en el aire el sistema que se pueda elegir para financiar los libros. Y desde el punto de vista ideológico no es lo mismo un préstamo general que la ayuda a las familias. El primer modelo es el de Andalucía, y el que se siguió en Galicia con Fraga y el bipartito; el segundo es el actual modelo gallego, aunque tiene un aspecto mixto.

La diferencia no radica tanto en el dinero, que también, sino en el modelo. La Consejería de Educación de Andalucía explicaba ayer qué propósito les mueve: «Además del apoyo económico que supone a las familias, el objetivo de este programa es inculcar al alumnado desde el ámbito educativo y familiar la importancia de cuidar el material escolar y de ser responsable de la inversión realizada en su educación». Por su parte, en Galicia el sistema no es puramente de ayuda económica a las familias, según explicaban ayer desde la consellería: «O actual é un sistema mixto, sempre baseado na renda das familias, no que se dan axudas para a adquisición de manuais nuns cursos, manuais que se levan despois ao centro para que pasen a formar parte do fondo solidario [banco de libros]. En calquera caso, garántese a cobertura co fondo igual que coas axudas, nos tramos de renda establecido». En Galicia, de las 90.000 familias beneficiadas, menos de mil recibieron 250 euros y el 50 % de los solicitantes obtuvieron un cheque de 170.

En paralelo, en Galicia muchos centros tienen bancos de libros gestionados por las ANPA, y el funcionamiento es distinto: un niño deja, por ejemplo, seis libros de 3.º de primaria en el banco y se puede llevar seis de 4.º del mismo servicio. Las asociaciones de madres y padres defienden este sistema porque sí resulta verdaderamente solidario y no estigmatiza a los niños que participan de él, ya que no tiene nada que ver con la renta.