En directo | Seminario sobre la Universidad en Bamio
07 sep 2006 . Actualizado a las 07:00 h.El futuro, el devenir del periodismo, sus vicios y sus virtudes fueron los temas principales de los que se ocuparon dos grandes profesionales del mundo de las letras: el director de opinión de La Voz de Galicia, Ernesto Sánchez Pombo y el periodista de El País, Xavier Vidal-Folch. «Los valores es lo que diferencia a los humanos de las piedras y los animales», dijo Vidal-Folch ayer en el seminario ¿Qué Universidad nos espera?. Los cincuenta mejores expedientes de Galicia atendieron ayer expectantes a los consejos de estos expertos, en el Instituto Social de la Marina de Bamio. Uno de los problemas que plantearon es el miedo a enfrentarse a la realidad y a elegir el oficio adecuado. «Las opciones no son irreversibles, hay que estar abiertos a poder modificar el futuro en un margen de 180 grados», indicó el periodista Vidal- Folch. Sumergirse en una habitación y crear un mundo propio no es la solución. Para ampliar este círculo cerrado de cuatro paredes, habrá que salir de casa y relacionarse con los demás. Éste fue uno de los tantos consejos que los participantes pudieron escuchar durante la jornada vespertina. «Para obtener respuestas, hay que hacerse buenas preguntas, que vienen del trabajo en equipo», continuó Vidal. El informador resumió los puntos fundamentales de su intervención en cinco. En primer lugar, saber adaptarse, con el objetivo de construir una mirada. En segundo lugar, aceptar riesgos con el propósito de dejarse balancear por la vida. Ser competitivos, sin perjudicar a los compañeros y, finalmente, dejar espacio a la vida, para que transcurra entre nuestros dedos y surjan las grandes preguntas. En referencia al periodismo, Ernesto Sánchez Pombo señaló a varios autores como Julio Camba, Manuel Leguineche, Manuel Rivas o el periodista polaco Ryszard Kapuscinski. El especialista en opinión consideró que esta profesión ha sufrido muchos cambios en los últimos años. La especialización, la falta de horarios y estar siempre alerta es una de las características de este oficio que, más que una profesión, estima que es una forma de vida. En el turno de preguntas se abrió un fuego cruzado contra los profesionales. Los alumnos se atrevieron a preguntar acerca de cuestiones tan peliagudas como la objetividad y la independencia.