Los nuevos empleos prometidos por Sánchez no llegan a la Navantia gallega mientras ensanchan las plantillas de otros astilleros

Beatriz García Couce
Beatriz Couce REDACCIÓN

ECONOMÍA

Los trabajadores salieron del astillero ferrolano a las nueve y media de la mañana
Los trabajadores salieron del astillero ferrolano a las nueve y media de la mañana José Pardo

Los trabajadores de las antiguas Bazán y Astano se movilizan en Ferrol por mejoras en el convenio colectivo

07 may 2024 . Actualizado a las 18:55 h.

Los trabajadores del naval público sacaron este martes sus reivindicaciones a la calle en una manifestación que protagonizaron de forma conjunta las plantillas de Ferrol y Fene en demanda de mejoras labores y salariales en el grupo. En las últimas semanas, en el marco de la negociación colectiva, los sindicatos han impulsado distintas medidas de presión, dirigidas a ralentizar la producción en el que es el mayor programa de fragatas para la Armada española acometido hasta el momento. Esta semana intensifican, no obstante, las acciones -que no solo está previsto llevarlas a cabo en las plantas gallegas, sino en el conjunto del grupo-, ya que este miércoles la plantilla de la antigua Bazán se encerrará durante 24 horas, para culminar esa protesta el jueves, cuando de nuevo se reunirán de forma telemática la dirección y la comisión negociadora.

Minutos antes de iniciar la manifestación que recorrería parte de las principales arterias de la ciudad naval y que se fundiría con la marcha protagonizada por los trabajadores de Fene en A Gándara, el presidente del comité de la antigua Bazán, Carlos Díaz, criticó que «das 1.500 novas plazas que anunciou Pedro Sánchez, aquí non entrou ninguén e noutros centros do grupo sí». Se refería al anuncio realizado por el presidente del Gobierno en marzo del 2023 para la creación de nuevos empleos en la empresa pública. Tradicionalmente, la factoría ferrolana siempre fue la de mayor plantilla de la compañía, aunque tras el último expediente de prejubilaciones, se ha quedado solo con unos 1.600 trabajadores directos. «O que queremos é asinar cantas lle tocarían a Ferrol de forma proporcional», con el fin de no perder capacidades, añadió.

El objetivo de los nuevos puestos de trabajo es el de responder a los desafíos que tiene la empresa pública, con contratos en todos sus centros y perspectivas de continuar agrandando la cartera de pedidos. En la ría ferrolana, además de las cinco fragatas F-110, está pendiente de concretarse el buque de aprovisionamiento en combate anunciado también por Sánchez para la Armada española.

 Demandas sociales

En cuanto a las demandas planteadas por los trabajadores, cuyo convenio colectivo venció en el 2021, Carlos Díaz explicó que se centran fundamentalmente en el establecimiento de un sistema de promociones profesionales justo y en el que todos los trabajadores tengan igualdad de condiciones para poder competir por los ascensos. «Hai meses que falaban dun sistema por méritos, que valoraran os responsables quén merecía promocionar ou non, e nós apostamos por un sistema medible», subrayó. Además, otro de los puntos de fricción entre las partes es la definición de unas tablas salariales para un colectivo de unos 200 trabajadores -técnicos superiores- que están encuadrados en un sistema de calificación por letras que carecen «dunha cantidade económica asignada». Eso propicia que se dé la paradoja de que «hai xente con tres letras menos que cobran máis que os seus superiores». 

Para el comité tampoco es admisible que el personal que se incorporó en la aplicación del anterior plan estratégico cuente con contratos de formación durante un período de cuatro años, y consecuentemente su sueldo es menor. «Non hai ningún traballador en formación», advirtió el presidente del comité ferrolano, quien afirmó que «son 400 compañeiros que están sacando o chollo adiante» en condiciones de desigualdad con el resto. «Non cae ningún peso nos bolsillos dos traballadores, nin en dereitos nin en salarios», reprochó Díaz, acerca del curso de las conversaciones con la empresa.