Los bancos centrales anticipan una subida de tipos «dolorosa»

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

WOLFGANG RATTAY | REUTERS

Aumenta la presión para que el BCE duplique el actual coste de los préstamos

27 ago 2022 . Actualizado a las 13:01 h.

Familias y empresas deberán soportar «algo de dolor» como peaje para controlar la inflación que, desbocada, «significaría un dolor mucho mayor» en el futuro. Es el mensaje que lanzó este viernes el presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed), Jerome Powell, tras reunirse en Jackson Hole (EE.UU.) con los gobernadores y consejeros de los principales bancos centrales del mundo.

Sobre la mesa solo se debatió una cuestión: ¿cómo enfriar los precios? La historia sugiere que las altas tasas de inflación, sostenidas en el tiempo, desembocan en cierres de fábricas, desempleo masivo y más pobreza, como ocurrió en la década de los 70. Por eso Powell ha anunciado que la Fed está preparada para endurecer todavía más los tipos de interés, con una nueva subida en septiembre que podría ser del mismo calibre que la de julio (75 puntos básicos). El precio del dinero se sitúa allí por encima del 2,25 %.

No habrá contemplaciones. La restricción de la oferta en los mercados y los precios energéticos están disparando los costes, tanto de empresas como de familias. Seguir imprimiendo dinero barato, no solucionará nada. Al contrario, podría agravar el problema en el futuro. No obstante, la subida de tipos también anticipa problemas: más dificultades de financiación, contracción del consumo y, potencialmente, una recesión a la vuelta de la esquina.

El BCE se pone duro

Al otro lado del Atlántico, en los cuarteles del Banco Central Europeo (BCE), se valora el coste-beneficio de mimetizar los movimientos de la Fed. Algunas voces empiezan a exigir que el organismo comandado por Christine Lagarde siga la misma senda. Es más, según Reuters, ya hay algunos consejeros que están pidiendo que se debata en la reunión del jueves 8 de septiembre una subida de tipos de 75 puntos básicos, por encima de los 50 de julio que algunos miembros del BCE habían rechazado por el temor a la recesión. Esto supondría duplicar el coste de los préstamos nuevos. 

Una de las voces que más ha abogado por subir los tipos de interés con rapidez es la de la alemana Isabel Schnabel, miembro del Comité Ejecutivo. Las previsiones de inflación se han desbocado desde junio y la principal locomotora del euro —durante años alimentó la competitividad de sus empresas gracias al gas ruso al que ahora busca alternativa— necesita ponerle freno como sea, aunque eso suponga endurecer la financiación de los hogares y empresas de países como España e Italia, provocando una recesión que algunos analistas sitúan a final de año.

La expectativa de que el BCE endurezca los préstamos arrastró este viernes a todas las bolsas europeas al terreno negativo, con el DAX alemán liderando las pérdidas (-2,26 %) y el Ibex 35 cediendo un 1,51 %.