Galicia pierde competitividad y atractivo fiscal

Cristina Porteiro
C. Porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

ALBERTO LÓPEZ

Es la séptima comunidad más expuesta a una recuperación económica incompleta y desigual

14 dic 2021 . Actualizado a las 13:16 h.

La economía española es un 2,3 %  menos atractiva de lo que solía ser antes de la pandemia, según las estimaciones del Consejo General de Economistas (CGE), que este martes han presentado un informe sobre la competitividad de las comunidades españolas. La crisis ha pasado factura, no cabe duda, pero la caída «no es tan significativa como la que se produjo en la crisis financiera en el período 2008-2012», ha aclarado su director técnico, José Carlos Sánchez de la Vega. 

Aún así, las cifras preocupan. Sobre todo al pasar la lupa al examen de Galicia. La comunidad ha perdido una posición en el ránking, hasta la novena plaza, debido al «considerable» deterioro de su entorno económico y la eficiencia empresarial. El CGE ubica a la región en el grupo de comunidades con un nivel competitivo medio-bajo, por detrás de Cantabria, Castilla y León, Aragón, La Rioja, Cataluña, el País Vasco, Navarra y Madrid, que lidera la lista. Solo la Comunidad Valenciana, junto con Galicia, han cedido puestos. 

¿A qué se debe este retroceso? Según apuntan los expertos, a un cóctel de deficiencias. Las que han pesado de forma más negativa son la caída del PIB, la tasa de paro juvenil, la formación de los ocupados, el esfuerzo fiscal, el tráfico aéreo, el dinamismo empresarial, la variación de la productividad y el reducido número de patentes. Al igual que señalan otros informes europeos, Galicia también suspende en infraestructuras básicas.

Otros comportamientos están ayudando a mantener el pulso. La tasa de paro de larga duración, el control del déficit, la presencia de empresas de más de 250 empleados, el número de investigadores, la penetración del comercio electrónico o el gasto en I+D han contribuido a compensar la balanza y evitar mayores desplomes. 

A pesar de ceder terreno, Galicia pierde menos productividad (-6,30 %) que la media española (-8,16 %). Además, el mercado de trabajo, el entorno institucional y el capital humano siguen puntuando hacia arriba, en lo alto de la tabla.  

Fiscalidad

Una de las patas más importantes de la competitividad es la fiscalidad. «La política de impuestos, centrada en atraer talento e inversiones, una política de impuestos muy asequibles, más competitivos es un debate ideológico que puede que debiera hacerse», deslizó esta mañana el presidente del CGE, Valentín Pich, tras presentar los resultados del informe que sitúa a Galicia como el duodécimo territorio económicamente más atractivo de los 19 analizados (se incluyen los territorios forales del País Vasco). La comunidad desciende dos escalones. No lo hace porque haya empeorado su entorno fiscal, sino que sus vecinos lo han mejorado, han aumentado la competencia con bajadas de impuestos. 

Galicia sigue siendo, eso sí, el mejor territorio en España para quienes desean esquivar el gravamen sobre sucesiones. También es el cuarto en fiscalidad del patrimonio. En otras palabras: una comunidad con ventajas fiscales para grandes fortunas. No ocurre lo mismo con los impuestos propios -que pueden fijar las comunidades autónomas de forma voluntaria-. En ese terreno, Galicia ocupa el puesto número 15. Lo mismo ocurre con el impuesto sobre actos jurídicos y documentales o transmisiones patrimoniales (16). ¿Qué hay de la renta? Los gallegos fueron los octavos con el tramo autonómico del IRPF más suave. La lista podría cambiar el año que viene porque la Xunta anunció para el 2022 una bajada del tramo autonómico del IRPF y el impuesto de transmisiones, que pasará del 10 al 9 %.

El ránking lo lidera Madrid, que ha reducido la presión de los impuestos propios y se posiciona como mejor comunidad para tributar por el patrimonio -con una bonificación del 100 %-. También es la cuarta más competitiva para atraer trabajadores, por su baja retención en el IRPF. Al otro lado del espejo se encuentra Cataluña. La comunidad es la cuarta más competitiva, pero va a la cola en atractivo fiscal. Esto se debe a la enorme amalgama de impuestos propios que tiene en vigor por decisión del Gobierno autonómico. La presión fiscal sobre las rentas (posición 16), patrimonio (15), sucesiones (16) y actos jurídicos (16) es de las más altas de España. Según los expertos del CGE, la reforma fiscal en la que está trabajando el Gobierno, y su intención de armonizar algunos marcos para evitar competencia desleal entre territorios apenas tendrá efectos a corto plazo. 

Riesgos para la recuperación

«La recuperación entraña riesgos. Las transformaciones estructurales suponen un reto importante que puede o no conseguirse, y esa consecución, en cierta medida, puede estar condicionada por la desigual situación de la que parten las comunidades», han alertado este martes los expertos del CGE, quienes instan al Gobierno a utilizar los fondos Next Generation EU para cerrar las brechas existentes entre las zonas más desarrolladas del país y las más renqueantes.

Galicia está entre los territorios con un riesgo medio de hacer descarrilar la transición. Es la séptima comunidad más vulnerable, tanto por su situación de partida como por los posibles daños permanentes y estructurales que ha podido sufrir en la pandemia. Lo que les preocupa a los economistas son sus resultados en materia de inclusión, concretamente en posibilidades de inserción laboral y social. «Los bajos niveles de productividad, los déficits de capital humano, la desigualdad social o la insuficiente digitalización pueden lastrar la recuperación de determinados territorios y dificultar la consecución de los objetivos perseguidos», subrayan. 

En el farolillo rojo se sitúan Canarias, Extremadura y Andalucía. La comunidad mejor posicionada para la recuperación, según los autores del informe, es Cataluña, seguida de Navarra, el País Vasco y Madrid.