La crisis de los microchips, sin final a la vista hasta bien entrado el 2022

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Los fabricantes de estos componentes están volcados en abastecer a otros clientes mientras las marcas automovilísticas tienen que acometer paros

14 sep 2021 . Actualizado a las 16:35 h.

Hasta esta crisis de los microchips, España era el segundo productor de Europa y octavo del mundo. Pero la fabricación de vehículos registró en el primer semestre un retroceso del 21,6 % en comparación con el mismo período del 2019 (es decir, 300.000 coches menos), situándose en 1,2 millones de unidades. De dicha cantidad, según datos aportados por distintas plantas, más de 130.000 unidades no se han podido ensamblar por la falta de piezas.

Mercedes-Benz Vitoria se ha dejado por el camino unos 19.500 coches. Renault, con factorías en Valladolid, Palencia y Sevilla (esta de componentes), ha recortado su previsión de producción mundial en 200.000 coches para este curso.

La fábrica de Seat en Martorell (Barcelona) amaneció cerrada ayer y la cúpula de la empresa ya sabe que deberá recurrir de nuevo a un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para manejar la escasez.

¿Por qué nadie es capaz de poner fin a esta crisis? Desde el sector insisten en la tesis de que la pandemia y el trabajo desde casa han disparado la venta de dispositivos electrónicos y desajustado la demanda respecto a una oferta de chips ya condicionada por las tensiones comerciales con Asia. Los fabricantes de estos componentes están volcados en abastecer a otros clientes mientras las marcas automovilísticas tienen que acometer paros y aplicar expedientes de regulación temporal de empleo por no estar acostumbradas a hacer acopio de chips.

En este escenario, el sector del automóvil cuenta con que las ventas serán este año un 25 % inferiores a las registradas en el 2019. «La escasez de microchips, principal razón de la caída que se está produciendo desde finales del 2020, está golpeando de especial manera a la producción de vehículos, tanto a escala nacional como europea. Las previsiones indican que el ritmo de fabricación de estos componentes no se ajustará a la demanda del sector de automoción hasta el primer semestre del 2022», señalan desde la patronal española de fabricantes, Anfac.

La consultora IHS Markit prevé que se dejarán de producir entre 6,3 y 7,1 millones de vehículos en todo el mundo este año. Por su parte, la Asociación Europea de Componentes de Automóviles (Clepa) estima que la escasez de chips ha retrasado ya la fabricación de 500.000 coches solo en el continente.