China y EE. UU. alientan una tregua comercial al retrasar sus aranceles

z. a. SHANGHAI / COLPISA

ECONOMÍA

SHAWN THEW | Efe

China comienza a sufrir las consecuencias de la guerra y en agosto sus exportaciones cayeron un 1 % cuando se esperaba un crecimiento similar al 3,3 % de julio

13 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

«A petición del viceprimer ministro chino, Liu He, y teniendo en cuenta que el 1 de octubre la República Popular China conmemorará el 70 aniversario de su fundación, hemos decidido como gesto de buena voluntad retrasar hasta el 15 de octubre la aplicación de los nuevos aranceles (del 25 % al 30 %) que afectarán a productos chinos con un valor de 250.000 millones de dólares». Así anunció ayer Donald Trump, vía Twitter, la decisión para rebajar la tensión entre las dos potencias y crear las condiciones para el fin de la guerra comercial que él mismo inició en marzo del 2018.

Pero Trump no dio el primer paso conciliatorio. Horas antes, China había anunciado que posponía un año (hasta septiembre del 2020) las nuevas tasas que iba a imponer este mes a 16 tipos de productos estadounidenses. Son pocos y no muy importantes, pero instalan un poco de optimismo de cara a las negociaciones que se reanudarán a principios de octubre en Washington. Eso sí, siguen sin cambios las cargas que desde la semana próxima gravarán la soja, la carne de cero y los coches procedentes de EE UU.

Pese a todo, China comienza a sufrir las consecuencias: en agosto sus exportaciones cayeron un 1 % cuando se esperaba un crecimiento similar al 3,3 % de julio. Ni siquiera la depreciación del yuan impidió el descenso. En esta coyuntura las estadísticas del comercio bilateral con EE. UU. son clave, porque las exportaciones de China hacia ese país se desplomaron un 16 % este verano y las importaciones sufrieron más con un retroceso del 22,3 %.