En Galicia, las mujeres cobran 5.480 euros menos al año que los hombres. La brecha salarial alcanza el 30%, su máximo histórico

Lucía Vidal

Solo un 25% de las empresas en España cumple la Ley de Igualdad. Doce años después de la entrada en vigor de la norma, el porcentaje de compañías con un 40% o más de mujeres en sus Consejos no mejora. Solo las del IBEX, con un 23% de presencia femenina, han cumplido, aunque por debajo de las recomendaciones. Un 64% de las empresas de nuestro país no tiene ninguna mujer en sus puestos directivos (datos extraídos del estudio de CESCE Presencia de las mujeres en la empresa española).

 

La brecha salarial entre sexos difiere entre países europeos, situándose España en un lugar intermedio de la tabla (según el último informe Mundial sobre Salarios de la OIT 2018/2019), mejor que Reino Unido y Noruega peor que Luxemburgo o Bélgica. La Organización Internacional del Trabajo estima que en el conjunto de Europa, una persona que trabaja en una empresa con mayoría de mujeres en su plantilla puede llegar a cobrar unos 3.500 euros brutos menos por año.

¿Y en Galicia?

Los hombres de nuestra comunidad cobraron una media anual de 23.774 euros anuales, según datos de la última encuesta del INE del 2016. Las mujeres, 18.294, es decir, 5.480 euros menos que ellos. La brecha salarial (el porcentaje en el que habría que incrementar los ingresos medios de ellas para igualar a los de ellos) se ha ido ensanchando desde el 26,5 % en el año 2014 hasta el 30 % tan solo dos años después. Por el medio, y según el informe de Esquerda Unida titulado Canto e Por qué as mulleres cobran menos que os homes, una supuesta recuperación asentada «sobre as bases da precariedade e a desigualdade».

Ellas trabajan menos horas, una media anual de 1.495, frente a las 1.648 trabajadas por los hombres, una diferencia del 10% que se explica en «máis emprego temporal, maior rotación e contratos máis curtos», indica EU. El 77 % de las personas que trabajan a tiempo parcial son mujeres. Menos tiempo y peor pagado. 12,23 euros la hora ellas y 14,42 ellos, un 18 % más. El informe alude a otro factor detrás de esta brecha: el diferente valor que se da al trabajo realizado por cada uno de los sexos, herencia, dice el estudio, «dun sistema patriarcal no que o traballo fóra da casa por parte das mulleres entendíase como un complemento de ingresos que, ademais, se tiña que compatibilizar coas tarefas do fogar». El informe pone varios ejemplos, contraponiendo sectores representativos de actividades feminizadas y masculinizadas. Un oficial especialista en la industria textil tiene un salario bruto anual de 13.588 euros, mientras que el del metal percibe en el mismo puesto 20.741 euros. Más de siete mil euros de diferencia que suponen una brecha del 53 %. Algo menor, del 18 %, si se compara el salario bruto anual del convenio de limpieza (sector mayoritariamente femenino) con el de las empresas de seguridad (tradicionalmente masculino). Y hasta del 24 % entre lo que cobra un oficial primaria de la industria conservera y lo que recibe, en la misma categoría, pero en la industria láctea. Conclusión: en todas las actividades con mayoría de mujeres los salarios son inferiores a aquéllas donde los hombres superan el 50 % de la plantilla. Además, prosigue este informe, los complementos salariales ahondan en la brecha, ya que se valoran de forma especial los trabajos que precisan de mayor esfuerzo físico y mayor disponibilidad, algo que va en contra de las mujeres, que tienen que asumir el rol de cuidadoras de forma casi exclusiva. Ellas suponen el 95% de los trabajadores que piden reducción de jornada por cuidados (según datos del IGE del 2018, 26.200 mujeres frente a solo 1.500 hombres). Atrancos a la hora de promocionar intentarmente y desarrollar la carrera profesional completan la lista de factores detrás de ese 30 % de diferencia salarial, «o maior da historia», según este trabajo. 

Subir el salario mínimo

Los autores del informe proponen cambiar la regulación del trabajo parcial, intensificar la subida del salario mínimo (el 36% de las mujeres cobran -según datos de la Agencia Tributaria del 2017- por debajo del SMI, frente al 26% de hombres), potenciar la actuación de la inspección de trabajo con planes específicos de control de irregularidades para combatir el fraude y la precariedad, regular con urgencia permisos de maternidad/paternidad iguales, obligatorios e intransferibles entre padres y madres; y generalizar la educación de 0 a 3 años.