No fue el único asunto espinoso del que González salió sin rasguños. Lo hizo también en el de la venta de su 4 % de Oil Dor, un proyecto de red de gasolineras vendido a Banesto y que figuraba en el sumario por el que la Audiencia condenó a Mario Conde.
Presidencia en solitario
Ya como presidente de Argentaria mostró la misma sangre fría para, tras la fusión con el BBV (contrapeso a la previa del Santander de Emilio Botín con el Central Hispano, en enero de 1999), acabar con los neguris que gobernaban la entidad vasca y hacerse con la presidencia del BBVA en solitario (antes la compartía con Emilio Ybarra). Lo logró valiéndose del escándalo de las cuentas opacas que los directivos vascos tenían en Jersey para evadir impuestos.