Europa quiere pagar la energía en euros como desafío al reinado del dólar

s. a. BRUSELAS / COLPISA

ECONOMÍA

PHILIPPE DESMAZES

La facturación en el sector aeronáutico será el otro caballo de batalla

06 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, ya habló de ello en su discurso a la Eurocámara de septiembre. Lanzó, de hecho, dos ejemplos que no dudó en calificar de «absurdos»: Europa paga más de 300.000 millones de euros en dólares cada año por la energía que importa (petróleo y gas, fundamentalmente), cuando solo el 2 % proviene de Estados Unidos; y las aerolíneas europeas utilizan también la divisa americana para comprar aviones, aunque los fabrique un consorcio de casa como Airbus. El veterano luxemburgués defendía así la necesidad de plantar ya cara al dólar. Y tres meses después, el Ejecutivo que preside ya tiene un plan para hacerlo.

«Es una moneda joven, sí, pero exitosa, y tenemos que desarrollar su papel en el mundo para que refleje el peso político, económico y financiero de la eurozona», defendió el vicepresidente del Ejecutivo comunitario para el euro, Valdis Dombrovskis. Una declaración de intenciones. Porque el recorrido será largo. Hay que convencer a los operadores de los distintos mercados, también se lanzarán una serie de consultas públicas y, además, el empujón llegaría con pasos más largos en la Unión Monetaria y Económica. «Pero hay que ir poniendo la casa en orden», subraya el comisario español, Miguel Arias Cañete. Y eso implica corregir situaciones de su negociado, la energía.

De entrada se aboga por que los contratos que suscriban los Estados miembros con terceros países se realicen en euros. Rusia, Oriente Medio y África son los principales suministradores. Y la UE tiene una posición de fuerza por ser el mayor importador de energía del mundo. El petróleo tiene un peso importante y la OPEP se rige por el dólar. La batalla ahí es complicada. Pero la Comisión entiende que sí es factible pagar el gas natural en euros.

En lo que se refiere al negocio aeronáutico, el segundo campo de acción en el que incide el plan, casi toda la facturación de los fabricantes se computa en dólares estadounidenses, incluso dentro de la zona del euro. Y En este mundo «los precios de los combustibles cotizados en dólares también influyen en la moneda utilizada», asume el Ejecutivo comunitario. El reto será, por tanto, complejo para la moneda única.