La UE retira a ocho países de la lista negra de paraísos fiscales

ECONOMÍA

JOHN THYS | Afp

Se niega a publicar los compromisos por los que se les ha amnistiado mes y medio después de denunciarlos

23 ene 2018 . Actualizado a las 21:06 h.

Un mes y 18 días. Es lo que ha tardado la Unión Europea en sacar a ocho países de su reciente lista negra de paraísos fiscales. Los afortunados son Panamá, Emiratos Árabes Unidos, Corea del Sur, Barbados, Granada, Macao, Túnez y Mongolia. Todos pasarán a formar parte de la denominada «lista gris», donde habitan otras 47 jurisdicciones como Suiza, Bermudas o Islas Caimán, que se han comprometido a parchear sus legislaciones para cumplir con los mínimos requeridos por la UE en materia de lucha contra la evasión fiscal.

La decisión adoptada este martes por los ministros de Economía de la UE ha levantado ampollas y suspicacias. No solo por el tiempo récord en el que las autoridades de los ocho países han conseguido convencer a los Veintiocho. La falta de transparencia de la que ayer hizo gala la UE promete enturbiar los esfuerzos de la Comisión Europea en poner nombre y apellidos a quienes se niegan a colaborar. Esa opacidad se tradujo ayer en silencio. Ninguno de los ministros quisieron revelar qué promesas pusieron los ocho países sobre la mesa para conseguir salvarse de la hoguera.

Lejos de hacer autocrítica, la presidencia de turno de la UE, en manos de Bulgaria, defendió la decisión de no revelar los compromisos porque sería «injusto» no contar con el permiso de los afectados. Unas reservas que no convencen a nadie, ni siquiera a la Comisión Europea, que exige más mano dura: «No podemos exigir transparencia a otros y no serlo nosotros mismos», reprochó el comisario de Economía, Pierre Moscovici. El galo quiere ir más allá e imponer sanciones de forma inmediata a jurisdicciones como Barhein, Islas Marshall o Namibia, que permanecen en la lista negra. Entre las medidas de castigo se incluiría la de prohibir a las instituciones financieras de la UE operar en esos territorios.

A pesar del deseo del francés, en las capitales comunitarias no existe apetito por explorar ese camino. «Nuestra lista prueba que funciona y merece la pena. Jurisdicciones de todo el mundo han trabajado duro para comprometerse a reformar sus políticas fiscales», sostuvo el ministro de Finanzas búlgaro, Vladislav Goranov. El español Luis De Guindos también se mostró esquivo con esa posibilidad y se aferró a la cuestionada lista: «España no está en contra, pero tenemos que analizarlo y ver si tenemos esa capacidad. Lo peor es anunciar sanciones y después no tener capacidad para aplicarlas», sostuvo en rueda de prensa.

A pesar la insistente demanda de organizaciones no gubernamentales y partidos de la izquierda europea, ningún países de la UE ha sido incluido en la lista gris o negra de paraísos fiscales, otra razón por la que se ha restado credibilidad a una iniciativa coja. Expertos en evasión y fraude fiscal lamentan que jurisdicciones como Luxemburgo, Irlanda e incluso Holanda no figuren como potenciales candidatos.