Roberto Verino: «Nuestro crecimiento va a ser consecuente, riguroso y amodiño»

Brais Capelán OURENSE / LA VOZ

ECONOMÍA

Antonio Cortés

El empresario ourensano celebra, con cautela, que su firma haya dejado atrás los números rojos

13 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Con la mente en el futuro, pero sin olvidarse de un período turbulento. Roberto Verino (Verín, 1945) encuentra un hueco entre reunión y reunión para repasar las claves que han hecho que su firma deje atrás la recesión, y aborde ahora nuevos proyectos. El diseñador ourensano está «contento» pero no «satisfecho» y considera que todas las crisis tienen su parte positiva. Sin embargo, si volviese atrás haría las cosas de la misma manera.

-¿Cómo ve la situación actual del textil gallego?

-Pues muy bien. Creo que somos un ejemplo a nivel nacional e internacional. Los mejores. ¿O no lo ve usted así?

-Siempre hay que tirar para casa.

-No solo se trata de eso. Hay que ser presumido, y las cosas están funcionando bien.

-Parece que la deuda de 16 millones que llegó a tener su firma ya es agua pasada.

-Parece no: lo es. Hemos podido ponernos ya a estas alturas en deuda cero.

-Y eso que sus previsiones eran para marzo del 2016.

-Sí, pero ya hemos sido capaces de dejar ese tema a un lado.

-¿Satisfechos?

-Satisfechos no estamos nunca. Contentos sí. El día que digas que estás satisfecho es porque te quedan pocas cosas más por hacer. Todavía tenemos muchísimo por delante. Estamos contentos por conseguir superar los momentos más críticos del consumo y la crisis. Esto evidencia que somos una empresa con recursos, capacidad y posibilidades de sobreponernos a las adversidades. El escuchar tantos cantos de sirena en su día nos hizo creer que podíamos comernos el mundo. Empezamos a invertir sin control, y no estábamos preparados para afrontar el frenazo. Por eso tuvimos que hacer frente a esa deuda en un corto período de tiempo.

-¿Cómo será a partir de este momento el crecimiento de la firma?

-Fruto de la experiencia que nos ha tocado vivir, va a ser un crecimiento riguroso, consecuente y, como me gusta decir a mí, amodiño. No es importante ser más grandes, sino mejores.

-¿Cree que otras empresas del sector como Adolfo Domínguez conseguirán superar el bache?

-Yo creo que sí. Cómo no van a sacarlo adelante si son profesionales y tienen a sus espaldas muchos recursos. Unos con más acierto y rápidamente que otros, todos vamos a salir de esta. No tengo ninguna duda.

-¿La crisis podría haber afectado a jóvenes talentos que quieren hacerse un hueco en el sector?

-Las crisis tienen la ventaja de que nos hacen mejores y más fuertes. Las personas que no están bien entrenadas o no son lo suficientemente duras, desde el punto de vista financiero, tienen que buscarse alianzas o esperar su momento y que su proyecto vaya más despacio. Lo importante es llegar, aunque sea más lentamente. Creo que todas las crisis terminan siendo positivas.

-¿Y por dónde irá ese crecimiento? ¿Qué proyectos tiene en mente a corto plazo?

-Muchísimos. Pero, como sabe, los gallegos somos muy supersticiones y decimos: «Los proyectos que cuentas, no se cumplen». Estamos trabajando muy bien. Acabamos de cerrar el preacuerdo para seguir vistiendo al Atlético de Madrid por tres años más, tenemos la posibilidad de abrir más puntos de venta en países extranjeros en los que ya estamos trabajando, queremos mejorar los puntos de venta y darles un cambio desde el punto de vista de la imagen a nuestras tiendas... Nuestra gran apuesta es cuidar al cliente. Estamos en una época en la que hay que atender los nichos de mercado que nos corresponden sin perder el norte. Eso es lo más interesante e inteligente en estos momentos.

-¿Qué consejo se daría a si mismo cuando era solo un aprendiz?

-Yo creo que hice lo que hice porque lo sentía. Cuando uno siente algo lo tiene que poner en práctica. Pero lo subjetivo no se puede objetivar, porque depende mucho de las personas, su carácter y aptitud. También de la suerte, por supuesto. Creo que volvería a hacer las cosas exactamente iguales. Es imposible no cometer errores en la vida. Ayudan a mejorar y a ponerte en tu sitio. Lo importante es ser uno mismo, auténtico, y no pretender querer lo que no se puede lograr.

-¿Cómo es su día a día?

-Muy estresante [risas]. Me tengo que mover mucho por los lugares donde hacemos el aprovisionamiento de las materias primas, ya sean tejidos o productos acabados. Francia, Italia, Portugal, España... No paramos. Tenemos un día a día muy activo porque pretendemos que así lo sea. No nos conformamos con estar esperando resultados. Somos proactivos para alcanzar y lograr lo que buscamos.

-¿Verín sigue siendo el lugar que más le inspira?

-En Verín duermo, rodeado de unas maravillosas cepas que nos dan los mejores vinos. Además, nuestro Gargalo Treixadura & Albariño ha sido elegido como el mejor vino blanco de Galicia. Creo que estoy enganchado a las cepas que tengo en Verín y me dan la vitalidad que tengo. Todos los días voy a Ourense, donde tengo mi cuartel general, donde está mi equipo, porque esto no es un trabajo de una sola persona. Más que estirarme, allí es donde trabajo. Como bien dijo en su día Pablo Picasso: «Qué la inspiración te coja trabajando». Eso no quiere decir que aproveche la imaginación y la inspiración de muchos lugares que te generan ilusión y entusiasmo.