El sector lácteo mantiene el pulso y mantendrá tractores en Compostela
11 sep 2015 . Actualizado a las 17:17 h.Hasta la mismísima puerta de entrada de la sede de la Xunta en Santiago llegaron las cuatro vacas de una explotación de Vila de Cruces que ayer encabezaron la multitudinaria manifestación convocada por los ganaderos en demanda de precios justos para la leche. Más de 10.000 personas -12.000 según la Policía Local- participaron en una marcha que partió de la Alameda compostelana y llegó a San Caetano al grito de «Feijoo, escoita, o agro está en loita» y «non nos valedes se non nos apoiades».
Los manifestantes atravesaron lentamente la ciudad sin que se produjera ni un solo incidente. El único momento de tensión fue precisamente el de la llegada de las vacas a la puerta del complejo administrativo de San Caetano. Los policías que custodiaban la entrada permitieron a los ganaderos acercar las reses tanto que sus hocicos llegaron a tocar a los agentes. Fue en ese momento cuando se oyeron gritos de «imos para dentro» o «metede as vacas dentro, que nunca viron unha». Alguno azuzaba al tiempo a los animales para que avanzaran, al punto de que llegaron a empujar a algún policía. La peligrosa situación tuvo un fin de lo más cabal: un agente cerró el portalón metálico y se acabó la historia.
La concentración de ayer, que contó con el apoyo de representantes y miembros de todos los partidos políticos, entre ellos también el PP, no supone el fin de las protestas de los ganaderos en Santiago. Ante la falta de un acuerdo con las empresas de distribución y la industria láctea, los productores han decidido mantener el pulso y solo sacarán tractores de la ciudad para bloquear las industrias lácteas. Seguirán rodeando los edificios de la Xunta y bloqueando la plataforma logística de Dia en Mercagalicia, en el polígono del Tambre, así como los centros comerciales de As Cancelas y Área Central, que cuentan con supermercados Carrefour y Alcampo.
Cierre del almacén de Dia
Estas acciones, que los ganaderos amenazan con ampliar a las plantas logísticas de Vegalsa en Sigüeiro (Oroso) y Gadis en Betanzos, ya han tenido consecuencias. Una buscada por los productores de leche, como es el desabastecimiento de muchas tiendas Dia, y otra colateral, como ha sido la decisión de la multinacional de capital español de ejecutar el cierre patronal de su centro logístico en Santiago. Una medida que dejará sin salario a los 120 trabajadores del almacén.
El bloqueo a Dia cumple hoy su cuarto día. Ayer, tal y como se habían comprometido, los ganaderos dejaron salir a los camiones vacíos que había en el interior, pero seguirán impidiendo la entrada y salida de mercancías. La empresa calcula que ha perdido ya 8 millones de euros y denuncia la pasividad de las Administraciones.
Agradecimiento a los vecinos
Otro de los puntos calientes de la tractorada en Santiago es el corte total al tráfico de cinco kilómetros de la carretera SC-20, el vial periférico que es vital para el tráfico norte-sur. Los tractores seguían a última hora de ayer bloqueando la entrada a la vía, pero está previsto que retiren los motocultores en las próximas horas «en agradecemento a la solidariedade mostrada polos cidadáns e a cidade de Santiago, que ten apoiado durante todos estes días as nosas reivindicacións recoñecendo que son xustas», explicó un portavoz del sector. Las cuatro frisonas que abrieron la manifestación hasta el edificio de la Xunta, en cuyo interior Feijoo ofrecía la habitual rueda de prensa que sigue a la reunión semanal de su Ejecutivo, precedieron a una pancarta tras la que marcharon desperdigados los políticos. Su participación en apoyo de la causa fue amplia y plural. Los representantes de la oposición se prodigaron en la exigencia de soluciones a Xunta y al Gobierno central. El socialista Pablo García apeló a Feijoo. «Levamos un ano falando desta crise e o presidente da Xunta limítase a pasarlle a pelota á ministra sen aportar solucións». El portavoz de AGE, Xosé Manuel Beiras, lamentó que los ganaderos se vean forzados «a librar esta guerra no campo de batalla». Tras responsabilizar a la «plutocracia financiera», la industria y las grandes superficies, imputó a los Gobiernos de Feijoo y Rajoy el último episodio de la crisis. «Confío en vivir aínda para velos procesados e condenados cando isto cambie, porque vai cambiar», aventuró. El portavoz del BNG en O Hórreo, Francisco Jorquera, sintetizó el drama del campo gallego en una frase: «É escandaloso que un litro de auga mineral custe máis que un litro de leite».
Unidos por la misma causa
En la marcha también se dejaron ver, junto a diputados y alcaldes, el regidor de Santiago, Martiño Noriega (Compostela Aberta), y su predecesor, Agustín Hernández (PP). A todos los unía la defensa de la misma causa.