La empresa apremia a los sindicatos a responder a la oferta «definitiva»
15 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.La congelación salarial está siendo la piedra angular en la negociación de ajuste de costes entre los sindicatos y la dirección de la planta de PSA Peugeot Citroën en Vigo. Los primeros no están dispuestos a aceptarla y para la empresa es una exigencia. Al final, esta última parece haber dado con la solución: habrá subida de sueldos siempre y cuando el IPC supere el 1,5 %, índice que a día de hoy no llega al 0,2 %, lo que, en la práctica, supone la congelación.
La propuesta «definitiva» de la empresa, a la que los sindicatos tendrán que dar respuesta el lunes, contempla asimismo una reducción del 5 % en los salarios de los trabajadores que se incorporen a la plantilla a partir de ahora. La horquilla de la nueva escala va desde los 16.250 a los 34.150 euros brutos anuales, frente a los 17.000 y 36.000 actuales.
Por otra parte, se congela el plus de antigüedad, se elimina el complemento de presencia -cada trabajador percibe ahora una media de 500 euros anuales por este concepto-, se fija en 50 euros diarios el complemento de fin de semana -ahora es de 66- y se reducen en un 25 % los pluses de cabinas de lacas y de nocturnidad.
Según explica el sindicato mayoritario, SIT, el compromiso que, a cambio de llegar a un acuerdo en la propuesta de ajuste, pone sobre la mesa la empresa consiste en acometer una gran reestructuración. Esta afectaría a la práctica totalidad de las instalaciones de la planta, con el fin de dar la respuesta industrial que conllevará la adjudicación del K-9 -el nuevo modelo de furgonetas que sustituirá a las actuales Berlingo y Partner-, además de adecuar la factoría para poder recibir a corto plazo otros proyectos a mayores.
En todo caso, el acuerdo estará vinculado a la asignación del K-9. De no ser así, dejaría de tener validez. Esta es una de las exigencias que han puesto los sindicatos, que sostienen que sin un plan industrial potente que lo justifique, «un sacrificio como el que se está pidiendo a la plantilla no tendría sentido».
Fecha límite, el próximo 21
París ha fijado el día 21 como fecha límite para que la planta viguesa presente sus credenciales para garantizarse la adjudicación de los nuevos modelos. Para ello, además del ajuste salarial, han aplicado el exprimidor a la logística, las inversiones y los costes de industrialización. Competitividad es la palabra clave para desbancar a la factoría de Trnava (Eslovaquia), que también pugna por hacerse con las furgonetas.
En Vigo todos, incluidos los proveedores, dan por hecho que Balaídos será la elegida. Pero todos coinciden también en que un nuevo modelo no será suficiente para mantener la estructura de la planta con dos líneas de producción (biflujo), ya que el C-Elysée y el Peugeot 301 no están respondiendo a las expectativas y necesitan relevo. La de Vigo es una de los dos únicas fabricas de PSA en Europa que mantienen el sistema biflujo. «Sin el K-9 el biflujo está en peligro», sostiene la dirección.
El conselleiro de Industria, Francisco Conde, que ayer participó con el director de PSA en la apertura de una jornada sobre el transporte del futuro, afirmó que «la posición de liderazgo no se logra solo reduciendo costes». El camino, dijo, está en la innovación, vinculada a nuevos materiales, reducción de emisiones y almacenamiento de energía.