Juan Ramón Güell: «Acertar en una inversión tiene un componente de suerte»

m. s. d. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Empresario, socio director de la consultora Dosvalor, impulsor de la red de inversores privados Redinvest del Circulo de Empresarios de Galicia (organismo que presidió entre el 2005 y el 2007) y se define e sí mismo como un business angel desde hace más de 20 años

21 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Juan Ramón Güell es empresario, socio director de la consultora Dosvalor, impulsor de la red de inversores privados Redinvest del Circulo de Empresarios de Galicia (organismo que presidió entre el 2005 y el 2007) y se define a sí mismo como un business angel desde hace más de 20 años. «Lo primero que hay que saber es que no hay que tener miedo al fracaso, hay que tener la cabeza fría. La realidad es muy tozuda, y el porcentaje de proyectos que no salen adelante es muy elevado», afirma.

¿Qué es lo que mueve a un inversor a apostar su dinero en una idea? Güell reconoce que se trata de medir riesgos y de tomar las decisiones adecuadas, aunque hay elementos incontrolables. «Acertar tiene un componente de suerte. Puedo saber con un grado de fiabilidad del 90 % qué proyecto no va a funcionar, pero lo que no puedo saber es cuál va a funcionar», asegura.

La experiencia también ayuda a visualizar el éxito o el fracaso: «Lo más importante a la hora de sacar un proyecto adelante es elegir bien a los promotores. Una buena idea con la persona equivocada al frente no sale adelante». A pesar de todo, el riesgo compensa, porque al preguntarle si su faceta de business angel le ha permitido ganar dinero, no duda en la respuesta: «Claramente ¡sí!», dice. Pero no todo es dinero. «Da mucha satisfacción. Hemos pasado seis años de depresión generalizada y trabajar con gente que tiene ilusión te coloca en un mundo de esperanza. Animo a muchos buenos empresarios a que se lancen a invertir, no solo por el retorno económico, afirma Güell. Recuerda que los inversores no se limitan a aportar capital económico. En muchos casos aportan también capital inteligente. «No es solo dinero, pones horas de trabajo, contactos, es lo que se llama smart money», finaliza.