El gasero al que opta Navantia podría adjudicarse dentro de unos meses
ECONOMÍA
La comisión que negocia la obra guarda mutismo sobre las conversaciones
12 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La construcción del barco gasero que negocian en estos momentos Navantia, su dueña -la SEPI-, Gas Natural y el armador que se encargará de su flete -la noruega Knutsen- podría estar adjudicado en torno al próximo verano. Aunque el mutismo es absoluto entre las partes implicadas, la comisión formada para evitar la fuga de este contrato a las factorías asiáticas -como sucedió el pasado otoño con un encargo anterior de la gasista catalana- lleva cuatro meses de trabajos, perfilando la propuesta técnica y económica y negociando precios y plazos. La adjudicación se prevé para dentro de pocos meses, según fuentes conocedoras de la operación.
A finales de marzo, el presidente de la SEPI, Ramón Aguirre, anunció en el Congreso que «en cuestión de semanas» se habrá cerrado la «estructura financiera y el proyecto técnico y tecnológico» para la construcción del quinto buque llamado a realizar una ruta entre Japón y Estados Unidos. Sin embargo, la cerrazón que envuelve a esta operación ha despertado las dudas y la preocupación entre fuentes del sector respecto a que el grado de avance sea el óptimo tras cuatro meses de trabajos. El consejero delegado de Gas Natural, Rafael Villaseca, únicamente avanzó ayer que actualmente se están discutiendo el precio y el plazo de ejecución de la obra, aunque, como el resto de los partícipes en la operación, no se pronunció sobre las características técnicas del modelo ofrecido por Navantia.
Mucha presión
La presión es muy alta, después de que en noviembre Navantia perdiese el megacontrato de construcción de cuatro metaneros para Gas Natural, que habían sido adjudicados a la navieras Knutsen y a la española Elcano. Le fueron arrebatados por el astillero coreano Hyundai y el japonés Imabari, en un golpe de gracia a las factorías públicas, que en aquella ocasión fueron acusadas de no estar a la altura del concurso, valorado en 800 millones de euros, y de no presentar una oferta técnica y económica que garantizase el cumplimiento de los plazos.
El ministro de Industria llegó a enviar una carta al presidente de Gas Natural, Salvador Gabarró, para que reconsiderase su postura. En diciembre, la empresa anunció la apertura de negociaciones con Navantia para la construcción en sus factorías de otro buque, del que están muy necesitados los astilleros públicos españoles, que tienen sus carteras de pedidos bajo mínimos. De hecho, Navantia aún no ha aclarado en dónde se fabricará el navío, aunque tanto en la factoría de Fene como en la gaditana de Puerto Real se han llevado a cabo obras para este mercado.
Si finalmente se concreta este encargo a Navantia -que el Gobierno da por seguro- la empresa estaría ya libre del veto que limita su construcción para el sector civil, que finalizará en diciembre. Esta limitación, coincidiendo con unos años de pleno bum de los contratos militares, llevó a Navantia a abandonar casi por completo el mercado de los buques mercantes. Lleva en torno a una decenio sin fabricar gaseros, por lo que se plantean dudas sobre si estará a la altura de las exigencias actuales. Pero fuentes cercanas apuntan a que, ahora sí, Navantia está realizando los esfuerzos requeridos.
La compañía pública aún no ha aclarado en dónde fabricará el navío