Los dos mayores contrincantes de Banesco eran Guggenheim y La Caixa. Al primero, por ser un fondo de inversión, el Banco de España se lo puso difícil exigiéndole 800 millones de garantía. La Caixa, por su parte, parece que se alejó del importe exigido por el ministro Luis de Guindos: al menos mil millones de euros. Por lo tanto, de acuerdo con las reglas de la subasta (estar 200 millones por encima de la segunda mejor oferta recibida y superarla en un 50 %), los bancos nacionales no ofrecieron más de 700 millones de euros.
Pero en esta partida hubo otra clave: hacer la gran oferta en la primera vuelta. Porque en la segunda, con otros dos candidatos a los que se les daría a conocer su propuesta ya no había nada que hacer. A ellos el FROB los orientaría y les daría a conocer la mejor oferta, que en ese momento cualquier grupo nacional -los preferidos por Luis de Guindos- tendría capacidad suficiente para superar. Y lo intentaría para evitar dejar escapar la gran cuota de mercado de NCG.