La plantilla de Navantia exige soluciones para el «motor de la comarca»
11 oct 2013 . Actualizado a las 19:41 h.Unos 2.500 trabajadores del naval ferrolano salieron ayer a la calle para repetir una marcha en la que durante dos horas recorrieron varias calles de la ciudad y reclamaron más carga de trabajo. La plantilla de Navantia y la de las empresas auxiliares secundaron de forma masiva la convocatoria, aunque no escondieron un cansancio motivado por las malas noticias de esta semana.
«Minten unha vez máis co acordo de Pemex, non hai compromiso ningún, só foi un anuncio realizado para a campaña electoral», aseguró José Blanco, secretario del comité de empresa por CC. OO., en referencia a la construcción de un flotel para la petrolera mexicana que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, anunció hace más de un año y que Pemex matizó anteayer colocando a Navantia como una oferta más de un concurso en el que actualmente hay once candidaturas.
Poco antes de comparecer ante los medios y de encabezar la protesta, Blanco respondió a las preguntas de la plantilla sobre la negociación del convenio que están llevando a cabo con la empresa en Madrid. «A de onte [por la tarde del miércoles] foi unha reunión dura e tensa que comezou ás cinco da tarde e rematou en torno ás cinco da mañá; só podo dicir que non houbo avances, incluso só retrocesos», destacó el representante sindical sobre la negativa de Navantia a comprometerse con medidas para mantener el empleo. Este desencuentro fue el centro de muchas de las conversaciones que mantuvieron los participantes en una de las marchas más tranquilas, casi triste, de los últimos meses.
800 puestos en riesgo
«Quédanos moi pouca vida, en tres ou catro semanas entregamos o último gran encargo e 800 postos de traballo corren risco de desaparecer», auguraba un representante sindical, que también criticó con dureza el hecho de que Navantia deje pasar oportunidades como un contrato para renovar barcos en Arabia Saudí. Un extremo que un portavoz de la compañía pública no confirmó: «No todos los contratos que se ofrecen son rentables», aseguró, al tiempo que recordó que se han presentado a un concurso para construir doce fragatas y patrulleras, cuya resolución depende de una decisión «de la Casa Real» saudí.
Sin embargo, no esconden que confían en otros proyectos, como uno en Turquía que dan por ganado, pero que apenas generará carga de trabajo en Galicia, ya que se realizará en un astillero turco. «Ya tenemos una oficina en Estambul», precisaron fuentes de Navantia.
La empresa participó en una feria que se cerró ayer en Australia, su último gran cliente y para el que se remata el buque Adelaida. La plantilla teme que su entrega apague definitivamente el motor de la comarca.