La estrella de Pórtico languidece

Soledad Antón García
Soledad Antón VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Oscar Vazquez

La empresa cierra tiendas, vende la filial Dayaday y plantea un recorte drástico de plantilla para intentar evitar la quiebra

09 oct 2013 . Actualizado a las 18:39 h.

La exitosa trayectoria del grupo vigués Pórtico se frenó en seco el pasado 4 de junio. Fue el día que presentó concurso de acreedores, incapaz de hacer frente los 45 millones de deuda que reflejaba su balance. Los bancos, principales acreedores, se negaron no solo a poner un euro más para garantizar el circulante del día a día, sino también a ofrecer el tiempo extra que pedía la dirección para devolver los créditos.

¿Cómo ha llegado una empresa de éxito a esta situación?

La crisis les pilló con el pie cambiado. Las ventas, como en todo el sector de mobiliario y decoración, empezaron a caer en picado tras el pinchazo de la burbuja de la construcción. Pero lo malo es que la cuesta de bajada se inició justo cuando acababan de acometer la robotización del almacén central, una compleja instalación que cuenta con la línea de preparación de pedidos de un solo movimiento más larga de España, que costó 25 millones. Esta cantidad representa más de la mitad de la deuda y su financiación estranguló las cuentas.

¿Qué pasos dio la dirección para frenar la sangría?

En el 2009 aplicaron el primer torniquete con la complicidad de los bancos. Estos dieron su visto bueno a refinanciar la deuda. Con más dinero en caja y más tiempo para devolver los préstamos se enfrentaron a una caída en las ventas del 20 %. La leve recuperación del mercado registrada en el 2010 permitió pensar que la cosa estaba encarrilada, pero en el 2011 se produjo un nuevo retroceso. Se hacía necesario acometer medidas de ahorro. Fue entonces cuando cerraron la primera docena de tiendas y rescindieron los contratos con empresas externas.

¿En qué situación está la plantilla?

En septiembre del 2012 los trabajadores aceptaron una reducción de salarios del 7,5 % y un expediente de regulación temporal de empleo (54 días) para el personal de almacén y oficinas. Aunque desde la entrada en suspensión de pagos están al corriente en las nóminas, se les adeuda una media de 3.000 euros per cápita correspondiente al equivalente a tres pagas. La plantilla, que en Galicia llegó a ser de 600 personas, apenas suma ahora las 363. La empresa plantea reducir ese número hasta las 146. El comité considera tal planteamiento «una barbaridad». Los que, de momento, parecen tener el empleo garantizado son los 100 trabajadores de la filial Dayaday, de cuya gestión se ha hecho cargo Tous. Su liquidación podría suponer un balón de oxígeno para Pórtico de dos millones de euros.