Un peligroso precedente frente al blindaje de los 100.000 euros

r. s. redacción / la voz

ECONOMÍA

Hasta el rescate de Chipre, los depositantes europeos siempre habían dormido tranquilos. Lo suyo, su dinero, era algo intocable

18 mar 2013 . Actualizado a las 13:09 h.

Hasta el rescate de Chipre, los depositantes europeos siempre habían dormido tranquilos. Lo suyo, su dinero, era algo intocable. Cuando se auxilió a Grecia, Irlanda y Portugal, o cuando se levantó la banca española con 40.000 millones, el ahorrador no sufrió palo alguno. Sí los accionistas (que han perdido el 100 % en algunos casos). O en el caso español, también los dueños de preferentes y deuda subordinada, que sufrirán unas quitas medias del 40 % porque están considerados accionistas.

El caso chipriota no es extrapolable a España, como ha indicado el Gobierno, con el ánimo de templar los nervios que se puedan trasladar desde Nicosia. Porque hay ya un temor extendido a una fuga de capitales desde los países del sur de Europa.

El sistema español blinda un máximo de 100.000 euros por depositante y cuenta (si son dos titulares en una cuenta, se llega a 200.000 euros). Lo cubre el Fondo de Garantía de Depósitos, con aportaciones que hace la propia banca con un porcentaje de su pasivo (el 3 por mil). Ese fondo, sin embargo, está algo seco porque gracias a él se ha pagado parte de la venta y saneamiento de la CAM, Unnim y Banco de Valencia.