Los sindicatos combaten la reforma y el Gobierno dice que no cederá

e. clemente / n. bore MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

El PSOE alienta la protesta contra una «máquina de destrucción masiva de empleos»

29 mar 2012 . Actualizado a las 07:05 h.

Mariano Rajoy se enfrenta hoy a una huelga general convocada por los sindicatos en protesta por la reforma laboral cuando aún no ha cumplido sus primeros cien días de gobierno. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, advirtió ayer de que el Ejecutivo no va a «retroceder» sea cual sea su seguimiento, porque lo que está en juego es salir de la crisis que ha puesto a España en una situación «límite». «La disyuntiva no es si la huelga general es más o menos seguida, sino si se sale o no de la crisis», señaló. «Eso es lo que está en juego, y ante eso el Gobierno no va a ceder», añadió.

La reforma centró la sesión de control del Congreso. Los socialistas criticaron duramente los cambios en el mercado del trabajo e incluso alentaron la huelga. Fátima Báñez tuvo que contestar hasta cuatro preguntas sobre la materia -tres del PSOE y una de Cayo Lara- y otra Soraya Sáenz de Santamaría.

La portavoz socialista, Soraya Rodríguez, recriminó al Gobierno que haya aprobado la reforma laboral sin escuchar a los sindicatos y con una gran contestación social. La vicepresidenta recordó que el Gobierno anterior también hizo la suya sin acuerdo social y llevó a la Cámara lo que dijeron en el 2010 José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba. Ambos señalaron que no se iba a tocar aunque no hubiera acuerdo, como así fue.

La ministra de Empleo se defendió repitiendo que es la reforma del empleo, las oportunidades y la flexibilidad, y aludiendo a la herencia recibida de un país en «emergencia económica y social». Señaló que el Banco de España ha dicho que si se hubieran tomado antes las medidas de flexibilidad y negociación colectiva se habrían evitado un millón de despidos.

Las diputadas socialistas exigieron la retirada de una reforma que es una «máquina de destrucción masiva de empleos» (Concepción Gutiérrez), pretende «convertir al empresario en amo» (Isabel López Chamosa) y muestra que el Gobierno «ha confundido la mayoría absoluta con el absolutismo» (Magdalena Valerio). «Los trabajadores darán mañana [por hoy] su respuesta de rechazo a esta reforma, porque no queremos ser esclavos del siglo XXI», afirmó López Chamosa.

Los diputados de la Izquierda Plural exhibieron carteles a favor de la huelga.