Graça Foster toma el mando de la petrolera brasileña Petrobras

Dpa

ECONOMÍA

SERGIO MORAES / Reuters

Se convierte en la primera mujer al mando de una empresa de este tipo en el mundo

13 feb 2012 . Actualizado a las 23:42 h.

La ingeniera química María das Graças Silva Foster, de 58 años, se convirtió en la primera mujer del planeta en comandar una petrolera, al asumir la presidencia del gigante brasileño Petrobras. Graça Foster, como se la conoce en el país sudamericano, prometió que su gestión será de «continuidad» de las directrices adoptadas en la última década por el ahora expresidente de Petrobras, José Sergio Gabrielli, quien abandonó el cargo para iniciar una carrera política por el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) en el estado de Bahía.

Entre las prioridades de su gestión, la ejecutiva, quien desde hace más de tres décadas trabaja en Petrobras, apuntó la construcción de refinerías, el aumento de la participación de la empresa en el mercado del etanol y la explotación de las gigantescas reservas de crudo y gas existentes en aguas ultraprofundas de la llamada capa presal del litoral brasileño.

Foster también destacó la actuación internacional de Petrobras -que está presente en 27 países- y prometió fortalecer proyectos conjuntos con países de América Latina y de África. La ceremonia de investidura de Graça Foster atrajo a Río de Janeiro a la presidenta Dilma Rousseff, quien, en su discurso, destacó que Foster será la primera mujer en dirigir Petrobras, y enfatizó el papel que debe cumplir la empresa en el desarrollo económico, social, científico y tecnológico de Brasil: «Petrobras es socia del pueblo».

«Hasta el 2015, Petrobras invertirá más de 220.000 millones de dólares en explotación y producción de crudo y gas, en petroquímica, en refinación, en transporte y en comercialización. Estas inversiones estarán orientadas por el compromiso de fortalecer la cadena productiva y estimular el desarrollo tecnológico del país», destacó Rousseff.

Graça Foster, natural de Río de Janeiro, nació en una de las favelas más pobres de Brasil, Morro do Alemão. Recolectó papel para reciclar siendo niña, para poder costearse los libros del colegio. Su relación con la presidenta Rouseff es estrecha desde hace tiempo, con ésta a su vez enfrentada con algunas decisiones del predecesor de Graça Foster al frente de Petrobras, según la prensa brasileña.