Spanair se queda en tierra

La Voz

ECONOMÍA

GUSTAU NACARINO

Fomento trata de dar respuesta a los miles de afectados tras anunciar la compañía el cese de su actividad

28 ene 2012 . Actualizado a las 12:35 h.

Los problemas financieros que afrontaba Spanair, con una deuda que supera los 200 millones de euros, la retirada del apoyo de la Generalitat catalana (principal accionista) y el fracaso en las negociaciones con Qatar Airways han llevado a la compañía Spanair a suspender todas sus operaciones. A las 10 de la noche aterrizó el último vuelo en Madrid y desde esta madrugada, a las 2.00 horas, no se mueve ningún avión de esta compañía, fundada en 1986 fruto de la alianza entre la escandinava SAS y Teinvert, sociedad de inversiones de Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz Ferrán, expresidente de la CEOE. La firma cerró el 2010 con unas pérdidas de más de 110 millones de euros, que en el 2009 habían superado los 180. Su situación estaba al límite y anoche, tras horas de deliberación de su consejo de administración, decidió suspender operaciones definitivamente y presentar un concurso de acreedores.

La noticia se rumiaba desde primera hora de la tarde, después de que la compañía comenzara a llamar a algunos clientes avisando de la cancelación de su vuelo. Algunas fuentes estiman que el número de afectados puede superar los 10.000, prácticamente todos en España, aunque aún mantenía algunas operaciones al extranjero. La suspensión de actividad dejará sin empleo a unos 2.000 trabajadores, algunos de los cuales se encerraron ayer en las oficinas de la compañía en Barajas exigiendo explicaciones. También comenzaron a formarse las primeras colas de afectados, especialmente en Madrid y Barcelona.

El Ministerio de Fomento anunció ayer que está trabajando «en el reajuste de los pasajeros», en colaboración con las fuerzas armadas, la propia Generalitat y otras compañías aéreas. Y recordó que la aerolínea «ha de garantizar la asistencia al viajero, el reembolso del billete o un transporte alternativo, la prestación de información o la compensación que corresponda». Poco después de las nueve de la noche las colas en Barajas y El Prat eran ya enormes.

Las que comenzaron a moverse muy pronto fueron las líneas de bajo coste, como Ryanair o Easyjet, que ofrecían por unos 50 euros las llamadas tarifas de rescate para pasajeros afectados por una cancelación de este tipo.