El ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva acusó ayer a los especuladores de los problemas por los que atraviesan países como España, Grecia y Portugal y lamentó que sus socios europeos no actuaran antes para frenar los ataques contra los llamados Estados periféricos. Lula se mostró especialmente crítico con las instituciones financieras mundiales, tras recibir en Lisboa junto a la jurista canadiense Louise Arbour el premio Norte-Sur del Consejo de Europa, que decidió galardonar a ambos por su contribución a la lucha por un mundo más solidario e interdependiente.
«El bloque [de Estados] económicamente más importante de Europa se demoró mucho tiempo en actuar y permitió la especulación en otros países. No lo veo correcto», destacó el ex mandatario brasileño.
El ex presidente ya mencionó a los mercados financieros en su discurso como galardonado, en el que abogó por «parar los pies» a las instituciones financieras que desataron la crisis y reformarlas. Después, en declaraciones a los periodistas, subrayó que «los culpables no son invisibles» y lamentó que todavía no se hayan depurado responsabilidades. Lula centró su argumento en el caso portugués y destacó que para este país «es importante conversar con Brasil porque puede ayudar, tiene condiciones para hacerlo». «Brasil será muy solidario con Portugal. Nos interesa que su economía continúe creciendo», apuntó en referencia a la estrecha relación que une a ambos países desde la época colonial.
El lunes, nada más llegar a Lisboa, el ex dirigente resaltó que el Fondo Monetario Internacional (FMI) «no resolverá el problema de Portugal como tampoco lo hizo con Brasil», instantes antes de mantener una cena informal con el primer ministro en funciones, José Sócrates.
«Los culpables de la crisis financiera internacional desatada en el 2008 no son invisibles» «El bloque más fuerte de Europa tardó mucho en actuar y alimentó la especulación»
Luiz Inácio Lula da Silva
«Brasil tiene un compromiso con Portugal y siempre lo tendrá»
Dilma Rousseff