La crisis mundial no entiende de tamaños y ha acabado llamado a la puerta del gigante de la informática Microsoft. La compañía de Bill Gates anunció ayer que durante el próximo año y medio prescindirá de 5.000 empleados, el 5% de su plantilla. De ellos, 1.400 recibirán la carta de despido de forma inminente. La decisión afecta a todas las secciones de la empresa, incluidas I+D, márketing y ventas. Hasta ahora, Microsoft, fundada en 1975, solo había recurrido a los despidos en casos puntuales, sobre todo tras la compra de algunas de las compañías que hoy integran el grupo. En septiembre pasado, la plantilla de la empresa estaba integrada por unas 96.000 personas, de las que alrededor de 700 trabajan en España.
La medida coincide con la presentación de los resultados del segundo trimestre fiscal de la firma, que acabó en diciembre, en el que el gigante del software redujo su beneficio neto un 11,3%, hasta los 4.174 millones de dólares (unos 3.233 millones de euros). El consejero delegado de Microsoft, Steve Ballmer, argumentó en un comunicado que que la compañía «no es inmune» a los efectos de la crisis económica, pero se mostró confiado en la «solidez» de los productos y en la estrategia de negocio. «Continuaremos dirigiendo nuestros gastos e invirtiendo en oportunidades a largo plazo para lograr valor para nuestros clientes y accionistas, y saldremos como un líder industrial incluso más fuerte de lo que somos hoy», subrayó.
También explicó que, a la vista de un mayor deterioro de las condiciones económicas a nivel global, la firma se propone aplicar medidas adicionales para reducir costes y, además del recorte de personal, con el que espera ahorrar 1.500 millones de dólares (unos 1.262 millones de euros), se realizarán menores gastos de capital y de promoción.
Incertidumbre
La «incertidumbre» económica «continuará a lo largo del resto del ejercicio», reconoció, por su parte, el director financiero, Chris Liddell, quien afirmó que con toda seguridad empujará a la baja los ingresos y los beneficios.
Debido precisamente a la difícil situación por la que atraviesan las principales economías del mundo, Microsoft no quiso hacer pronósticos detallados sobre sus resultados futuros, pero es prácticamente seguro que las ganancias y la facturación serán menores en la segunda parte de este año fiscal con respecto al anterior.
En el segundo trimestre del ejercicio, la facturación aumentó apenas un 2%, hasta los 16.630 millones de dólares (unos 12.881 millones de euros).