Una veintena de grandes inmobiliarias españolas se han visto forzadas a ir a procesos concursales en los últimos meses. Ha sido desde marzo, tras las elecciones, cuando se han disparado las demandas concursales.
Llanera, la primera
Con un pasivo de 700 millones de euros, la constructora valenciana marcó en octubre del 2007 el camino que muchas empresas seguirían en los próximos meses. Poco antes de presentar suspensión de pagos, la familia Gallego, propietaria de la firma, hablaba de una previsión de crecimiento de un 20%, que se desmoronó en septiembre.
Grupo Sánchez
La promotora presentó la pasada Semana Santa en Barcelona un concurso de acreedores por valor de 97 millones de euros. El Grupo Sánchez estaba especializado en segundas residencias en Levante y Costa del Sol.
SEOP
La constructora acudió voluntariamente en marzo a un concurso ante una deuda millonaria. En el 2006 tenían pendientes de cobro de sus clientes 234 millones de euros.
Grupo Ereaga
La promotora vasca recurrió al concurso de acreedores en diciembre del 2007 por un pasivo de 160 millones. La empresa debía 128 millones a 16 entidades bancarias diferentes.
Lábaro
La inmobiliaria vio truncadas sus intenciones de crecimiento al presentar el concurso de acreedores con un pasivo de 700 millones de euros y con unos activos de 3.000 millones.
Colonial, salvada por los bancos
Se salvó del concurso en el último minuto. Un núcleo duro de accionistas en el que están Caixa Galicia, Caixanova y el Pastor cogerán las riendas de la empresa para sanear unas deudas que alcanzan los 8.000 millones. Anuncian que venderán activos y renovarán al consejo.
Nozar
Un acreedor presentó una demanda de concurso por insolvencia contra Nozar, alegando que las deudas suponían el doble de los recursos propios. Sin embargo, el juez desestimó la demanda. Avalatransa reclamaba a la familia Nozaleda, propietaria de Nozar, 312.000 euros.
Habitat
El grupo catalán se libró de presentar el concurso de acreedores al firmar Barclays la refinanciación de la deuda. Con esta primera afirmación, el resto de los bancos se sumaron al acuerdo para reflotar el grupo que arrastraba un pasivo de 1.586 millones de euros y que no empezará a pagar el grueso de los compromisos hasta el 2010.
Grupo Jale
La inmobiliaria gaditana presentó en febrero en el juzgado de lo mercantil el concurso voluntario de acreedores de sus dos principales sociedades, Inmobiliaria Amuerma y Jale Construcciones, por la imposibilidad de atender a corto plazo los compromisos de pagos por el estancamiento del mercado. Su deuda ascendía a 360 millones de euros.