Un Babe de 150 kilos en Cornazo

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

SILLEDA

Mónica Irago

Zapatita es una hermosa hembra de porco celta. En Vilagarcía se prepara para competir en certámenes de manejo de cerdos, pero hace unos días, en Silleda, se negó a jugar

18 jun 2019 . Actualizado a las 12:00 h.

Pantalones. Así se llama el ejemplar de porco celta que hace unos días, en Silleda, necesitó menos tiempo para recorrer el circuito que habían preparado desde Asoporcel para la segunda edición del certamen de manejo con animales de esta raza. ¿En qué consiste? En una especie de concurso de agility canino, pero ajustado a las características porcinas. Vamos, que Pantalones se convirtió en una suerte de Babe, el cerdito valiente, solo que con mayor tamaño y un porte más resultón. Saltó menos que el cinematográfico animal, pero sus andares, sorteando obstáculos, fueron todo un éxito.

Eran, en total, siete los aspirantes al título. Entre la lista de nombres -había desde un Cesáreo hasta una Shakira- figuraba el de Zapatita. Es esta una hermosa hembra, de entre 150 y 180 kilos de peso, que se cría en Cornazo, en una granja que no deja de crecer. Zapatita está preñada, pero su excelente carácter y su buena disposición llevó a que César Roo la escogiese para convertirla en su primer ejemplar amaestrado.

«Non temos nin moitos animais para escoller entre eles, nin moito tempo para entrenalos», explica César, que junto con Pablo dirige la ganadería en Cornazo de la que se nutre su carnicería de razas autóctonas de la plaza de Vilagarcía, D’Landra. Aún así, este año decidieron probar suerte en el concurso de manejo de porco celta. Lo hicieron por varias razones. Entre ellas, sus ganas de contribuir a dar visibilidad a una raza que, aunque que cada vez tiene más adeptos, sigue teniendo por delante mucho camino por andar. Y seguro que muchos obstáculos que sortear...

Como Zapatita. Subimos un miércoles a verla entrenar en Cornazo. El ejercicio implica hacer un recorrido marcado previamente con palés y planchas de metal, para acabar subiéndose en un remolque donde está la línea de meta. Ella, que «non ten menos intelixencia que un can», según su propietario, intenta escaquearse del trabajo: en cuanto César intenta darle la salida, dirige sus pasos, rápidos y certeros, hacia el final del circuito. Claro que lo hace por el camino más corto, saltándose todos los obstáculos. «¿Pero no es aquí a dónde tengo que ir?», parece preguntar mientras baja del remolque y regresa a la zona de salida. Vuelta a empezar.

Confiesa César que no es un entrenador canónico: también a él le queda mucho por aprender. Así que en vez de guiar a su animal utilizando un bastón, apuesta por un método más enxebre, pero que apela directamente al estómago del animal: agita ante Zapatita una caja con cereales. El sonido es suficiente para que la portentosa porca celta encamine sus pasos en la dirección correcta.

No siempre quiere hacerlo. Hace dos fines de semana, en la Semana Verde de Silleda, Zapatita se negó a salir a escena. Había sido apuntada al concurso pero, al final, César no logró convencerla para que saliese a la pista de pruebas a demostrar su talento. ¡Es lo que tiene criar animales con carácter!. Así que la porca celta de Cornazo nos dejó con ganas de saber si es, o no, más rápida que Pantalones, Asia, o Shakira. Ellos fueron, este año, los amos de podio en le certamen de la Semana Verde.