Agolada y Silleda aplican el gravamen más alto en el impuesto de contribución urbana
19 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) o el impuesto de la contribución como todos lo conocemos es una valiosa fuente de ingresos para las arcas municipales, siendo de hecho una recaudación fundamental para financiar las cuentas de los ayuntamientos. Según estimaciones, se calcula que, de media, uno de cada tres euros del capítulo de ingresos de los concellos procede del pago del IBI. En el caso de las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes, según datos del Ministerio de Hacienda, este gravamen reporta al menos 9.563.464 millones de euros. En el reparto, la comarca de Tabeirós supone 3.267.11 millones de euros, a falta de contabilizar Cerdedo-Cotobade, que no se encuentran reflejados en el documento del organismo público. En el caso de Deza, son 6.296.342 millones, teniendo especial peso Lalín con 3.869.713 millones, más del 50 % del total.
A pesar de ser un tributo clave para las cuentas locales, la única competencia de los ayuntamientos es el tipo impositivo que aplican al valor catastral. Un aspecto que da lugar a episodios de enfrentamientos políticos en muchas ocasiones. Actualmente, el Gobierno central establece un tipo impositivo mínimo a aplicar de 0,4 en los inmuebles urbanos. Una cifra en la que se sitúan la mayoría de los nueve concellos que componen ambas comarcas. A Estrada, Cerdedo-Cotobade, Forcarei, Lalín y Vila de Cruces son los que tienen esta carga impositiva más baja.
Los cuatro municipios restantes superan esta franja. En el caso de Rodeiro, incrementa un 0,08 más el gravamen hasta el 0,48. Sin embargo, la subida es mucho mayor en los concellos de Dozón, Silleda y Agolada. En el caso de Dozón el tipo impositivo es del 0,50, el del municipio trasdezano de 0,53 y el agolense de 0,55, siendo uno de los más elevados a nivel provincial. Según los datos reflejados por el ministerio en la provincia correspondientes al 2021, igualan a Agolada los concellos de Marín, A Cañiza y Vilaboa, superado únicamente por Caldas, Pontevedra y Vigo.
El caso silledense
Para ejemplificar los porqués de este tipo impositivo y los factores que dan lugar a sus subidas o descensos tomamos como ejemplo el caso de Silleda, el segundo municipio con el IBI más alto de las comarcas. Desde el Concello señalan que no se actualizaron las ponencias desde hace varios años y que el tipo no se puede bajar hasta que se actualicen otros baremos. Recuerdan que en el 2016 se bajó el tipo impositivo del 0,60 al 0,53. En este sentido, el regidor, Manuel Cuíña, advertía que después de «catro anos afectados pola Lei das Administracións Locais e polas esixencias do Plan de Axuste, baixamos o tipo impositivo co que os silledenses viron reducidos este imposto un 11 %». En aquel momento, el alcalde señalaba que ese plan de ajuste al que se vieron obligados a acogerse en el 2012 «coartaba a posibilidade de rebaixar este imposto».
Por otra parte, apuntaba a la necesidad de diferenciar el valor catastral, que se aplica sobre propiedades, y la ponencia de valores, que fija el valor del suelo. En el caso de Silleda señalaba Cuíña que estaba sin actualizar desde los años ochenta, planteándose la posibilidad de actualizarla. Recordaba también, que precisamente por la antigüedad de esta ponencia, Silleda tuvo que aplicar de 2012 al 2016 un tipo impositivo del 0,60, siguiendo las directrices de la normativa estatal de finales de 2011.
Los concellos limítrofes tienen un tipo impositivo más elevado que el de Deza y Tabeirós
Las diferencias entre los concellos colindantes de las comarcas no son muy llamativas, sin embargo sí se puede afirmar que, de media, el tipo impositivo es mayor en los municipios limítrofes. En el caso de Tabeirós, Teo fija el gravamen en el 0,54, muy superior a A Estrada, Cuntis lo sitúa también por encima en el 0,45 y Vedra en el 0,44. Por ejemplo, Pontevedra llega al 0,61 y en Campo Lameiro y A Lama se mantienen en un 0,40. También se encuentra en una franja similar Padrón y Valga con el 0,40.
En los municipios colindantes a la comarca de Deza, O Irixo y Taboada fija el tipo impositivo en el 0,40, mientras que Piñor en el 0,50. Por otra parte, Antas de Ulla lo marca en el 0,50, Chantada en el 0,60, Arzúa en el 0,40, Touro y Santiso en el 0,45, y Boqueixón un poco más bajo con un 0,44.
Valor rústico
En cuanto al Impuesto de Bienes Inmuebles para las propiedades de carácter rústico, destacar el caso de Vila de Cruces, que cobra el mínimo en el urbano pero que tiene un gravamen del 0,60 en este ámbito. A diferencia de los bienes urbanos, las cifras de los rústicos son muy similares en el conjunto de los concellos de Deza y Tabeirós-Terra de Montes. Lalín y A Estrada calcan sus valores con un tipo impositivo del 0,30 en estos bienes, compaginándolo con un gravamen bajo en el urbano.
También están en el 0,30 los ayuntamientos de Dozón y Cerdedo-Cotobade. Un poco por encima, en el 0,35 está Agolada. A un nivel superior, con el 0,40 se encuentra Forcarei y con 0,43 y 0,45 respectivamente se sitúan los de Silleda y Rodeiro.