El comercio arrancó septiembre con muy pocas ventas en la zona

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

LALÍN

Miguel Souto

La incertidumbre laboral y escolar de los vecinos y la falta de fiestas pasa factura

08 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

A estas alturas del año con el mes de septiembre iniciado y a pocos días de la vuelta a las aulas los comercios estaban llenos de clientes pero la situación en la zona está siendo muy distinta. La percepción en A Estrada, Lalín o Silleda es idéntica y la radiografía que hacen los comerciantes es de un arranque de temporada excesivamente tímido. Y aunque siempre hay a quien le va mejor y a quien le va peor, en general los industriales coinciden en que en la calle existe mucha incertidumbre que es la que más lastra las ventas.

Por un lado la incertidumbre laboral de muchos que a esas alturas y después de meses de penurias temen poder perder sus trabajos y no saben muy bien qué les puede deparar un futuro que para todos está siendo incierto a causa de la pandemia. Y si eso ya hace que el gasto se retraiga, por otra parte las familias temen también que aunque los colegios vayan comenzar con normalidad pueda haber una vuelta atrás.

Meritxell Silva, del Centro Comercial Urbano de Lalín, adscrito a la AED señalaba que «a xente lle pensa que igual dentro de 15 días os rapaces están de volta na casa e si antes cargaban agora levan o mellor dúas mudas e agardan para ver como vai a cousa». Comentarios similares son los que hacen otros comerciantes de la zona de diferentes sectores. En alguna tienda de moda se quejaban de la falta de clientela que achacan a que las familias se están centrando en los gastos imprescindibles como son los libros y evitan otros dispendios y solo se está comprando lo necesario. Achacan también la reducción de las ventas a la falta de fiestas.

En Lalín señalan que estos días eran de mucha alegría de compras tanto por la vuelta al colegio como por festejos sonados como los de Donramiro o As Dores. Este año no hay ningún movimiento al respecto y en los comercios ni lo esperan a ese respecto. En Silleda pasaba lo mismo con A Saleta y en A Estrada el arranque de temporada era también una época de renovación de vestuario que, de momento, no parece estar teniendo lugar.

El presidente de la Acoe estradense, Alfredo González, señalaba ayer que «as rebaixas pasaron desapercibidas» y que hasta el festivo del 15 de agosto la cosa no fue mal, aunque las ventas fueran inferiores a otros años, pero a partir de esa fecha acercándose cada vez más el fin de mes, el movimiento en el comercio fue ralentizándose y «agosto acabou moi mal». Las ceremonias también se redujeron mucho y eso también pesó. «Aquí antes no pobo había 20 comuñóns e este ano houbo moito» y las bodas y bautizos junto con las comuniones que se celebraron fueron mucho más reducidas. Acoe no hará campaña de vuelta al cole tras la organización de una Feira de Verán en la que invirtieron 30.000 euros. En Lalín, el CCA prepara la suya y estudia las propuestas que podrá llevar a cabo dado que se evitará actos que puedan reunir gente. En Silleda, Yolanda Mato, espera que la temporada de otoño-invierno se pueda empezar a mover más desde octubre, tras un verano menos malo de lo que se esperaba

Un verano mejor de lo que se esperaba y la recuperación de la confianza

Para los comerciantes de la zona lo mejor de estos meses fue la confianza de sus clientes. En las tiendas se repiten los piropos a los vecinos que se cree que respondieron y apoyaron al comercio local. Muchos pensaban que el verano iba a ser catastrófico y al final, aunque las ventas fueron menores a un año normal, se salvó la campaña. Hubo una tienda de lencería que apuntaba que había vendido todo lo relativo a baño porque se ve que aunque los vecinos viajaran menos, no se perdieron el poder disfrutar de la playa echando mano de esta manera de destinos más cercanos. CReen que el aumento de casos en general, aunque en Lalín lastra las salidas, hace que los vecinos eviten desplazarse a las ciudades y a los centros comerciales y acudan al comercio local que les brinda mayor seguridad.

Tras los primeros cierres se espera una nueva oleada

Estos días los comercios están recibiendo y colocando la ropa de la nueva temporada. Unos miraban ayer con preocupación las cajas pensando si podrían vender la mercancía que adquirieron.

Desde las agrupaciones de comercio de la zona se hacen eco de los primeros cierres del comercio que se produjeron derivados de la crisis de estos últimos meses a causa de la pandemia.

Alfredo González y Meritxell Silva creen que la temporada de otoño-invierno será determinante y dependiendo de como vaya y de los resultados que se cosechen dependerá que muchos comercios echen la persiana o puedan aguantar.

Recuerdan que esta crisis llega tras unos últimos años nada buenos para el comercio local. En Lalín ayer algunos se quejaban de la falta de ayudas y achacaban el aguantar abiertos únicamente a la confianza y el apoyo de la clientela. El presidente de la Acoe se hace eco de un estudio nacional que alerta de una oleada de cierres comerciantes que se verá a rimeros de año. La agrupación e con mucha preocupación cuestiones como la posible suspensión de las Cabalgatas de Reyes y de actividades como el Entroido u otras que creen que sería una condena para el comercio. En Lalín el repunte de casos hace, dicen, que la gente solo salga lo imprescindible y «se non pasea non merca», dicen,